Cap. 11

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Las linternas flotantes.

Al atardecer el chico la llevó al muelle donde subieron en un bote. Solo subieron ellos y Crookshanks, por lo que Hedwig se quedó mirándolos. El pelirrojo le dedicó una sonrisa.

- ¡Hey Hedwig! - Le lanzó una bolsa llena de manzanas. Hedwig lo miro sospechoso, no se confiaba. - ¿Que? Las compré, ¿si?

Al oír eso el corcel se tranquilizó y empezó a comer.

- Al menos la mayoría...

Ante esto Hedwig empezó a cuestionarse seriamente el escupirlas o no.

- ¿A donde quieres ir? - Cuestionó la castaña.

- Oye, el mejor día de tu vida. Te mereces el mejor asiento. - Dijo mientras tomaba a Crookshanks y lo ponía a un costado del bote, ahora los dos se llevaban mejor.

Avanzaron hasta llegar al centro del lago, al otro lado veían el bosque y los inicios del reino. Se quedaron mirando al cielo en un cómodo silencio hasta que Hermione suspiró.

- ¿Te sucede algo?

- Estoy muy asustada. - Susurró.

- ¿Ah si? - La verdad Ron no se esperaba eso, estaban a minutos de presenciar lo que ella tanto quería.

- He pasado 18 años esperando verlas del otro lado, solo esperando. Imaginando que sentiría cuando las luces se alzaran en el cielo. ¿Y si no es tan hermoso como siempre lo imagine?

- Sera hermoso.. - Le sonrió. La chica devolvió el gesto aún algo angustiada.

- ¿Y si no lo es? ¿Que haré entonces? - No le agradaba la idea de que todo el viaje hubiera sido en vano.

- Bueno, supongo que.. sales por un nuevo sueño.

Volvieron a sonreír y dirigieron su vista al cielo.

En el castillo...

Una mujer de cabello marrón acomodaba la medalla dorada y brillante de su esposo. Al levantar la vista se lo encontró muy triste entre lagrimas. Si su nenita no estaba muerta ahora tendría 18 años. 18 años de no haber escuchado una palabra de ella, 18 años de no verla crecer, 18 años de desaparecida. Y lo mas probable era que nunca la encontraran.

Aún así tenían que seguir firmes. Por ellos y por el pueblo, el cual los esperaba afuera. Salieron al balcón donde ya se encontraba la primera linterna encendida, esperando ser liberada y flotar.

La miraron unos segundos pensando que su hija podría haber sido quien la lanzara, en lugar de eso, ellos mismos la liberaron esperando que donde sea que este ella este feliz y a salvo.

Las personas que se encontraban en el castillo, al ver la primera linterna se apresuraron a encender las demás y soltarlas a la oscuridad, luego las personas de las calles las iban prendiendo, en el pueblo, cada casa, cada ventana, hasta del mas oscuro callejón se encendía una luz para ser liberada.

En el lago, cierta parejita ahora se encontraba mirando el agua. La chica había decidido dejar algunas flores en el agua y ver como flotaban mientras Ronald las sostenía. Un pequeño brillo en el agua había llamado la atención de la castaña.

Tiempo aquel viendo a la distancia, tiempo fue viendo al interior.

De la torre mas alta del castillo de alzaba una linterna. Estaba impresionada.

Tiempo que no me imaginaba, lo que me perdí.

Luego se alzó otra, y otra, y a esta la seguían mas.

Enredados - RomioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora