Cap. 5

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El exterior.

- Me llevarás hasta las linternas. - Continuó la castaña. - Volveremos aquí y solo entonces te devolveré tu bolsa. - Sentenció firme. - Ese es mi trato.

Ron pudo ponerse en una posición con la silla en la cual pudo ver mejor a la castaña.

- Si.. Yo creo que no. Lamento decir que mi relación con él reino no es precisamente "amistosa" en este momento. Así que no puedo ser tu guía.

Hermione ante esa información, no supo bien que hacer. Observó a Crookshanks quien le hizo gestos, golpeando un puño contra su palma en señal de "duro con él".

La castaña volvió a fruncir el ceño. Saltó de donde estaba y empezó a arrastrar su cabello junto con Ron y la silla. El pelirrojo se sorprendió de su fuerza.

- Algo te trajo a esta torre, Ron Rider. Llámalo como quieras; fortuna, destino...

- Un caballo. - Le dijo con gesto aburrido.

- He decidido confiar en ti. - Dijo acercándose le.

- Una horrible decisión. - Le dijo.

- Escúchame bien. - Le dijo ya enojada. Empujo la silla hacia ella de modo que ambos quedaban frente a frente. - Si quieres destruye la torre, piedra por piedra. Pero sin mi ayuda Ron, nunca vas a recuperar tu bolsa.

Ron suspiró.

- A ver si entendí bien. Te llevo a ver las linternas. Volvemos aquí. ¿Y me devuelves mi bolsa?

- Lo prometo. - Dijo firme.

Ron se puso serio. "Prometer" es una palabra muy de niños. No es que quería que usara el termino "lo juro". Pero necesita algo con que creerle a la chica.

- Y cuando prometo algo Ron, - Continuó. - Yo jamás, JAMÁS rompo una promesa.

Él muchacho alzó una ceja.

- Jamás. - Repitió la chica mientras Crookshanks en su hombro asentía.

Ron aún no se convencía.

- Okay, escucha. No quería tener que hacer esto, pero no me dejas elección. - Suspiró. - Es mi arma mortal...

Bajó la mirada y cuando miro otra vez a la chica, contemplo un extraño intento de puchero.

A Hermione le iba a explotar la cabeza. No podía negar que en parte era tierno pero a la vez ridículo. Entrecerró más los ojos tratando de evitar reírse y ruborizarse. Al ver que no funcionaba, Ron empezaba a dudar.

- Ha sido un día extraño. Esto no suele pasarme. - Admitió sin dejar de hacer la mueca. Al final abrió mucho los ojos exasperado. - ¡Bien! Te llevaré a esas linternas..

Hermione se emocionó.

- ¡Ay! ¿Enserio?

Pero dejó de sujetar la silla, la cual, al estar inclinada, se cayo al no tener un soporte.

Ron volvió a besar el piso.

- Ups..

Entonces lo liberó. Ella tomo su sartén, a Crookshanks y Ron empezó a bajar de la misma forma que subió.

- ¿No vienes, preciosa? - Oyó que le gritaba.

Hermione coloco su cabello por la polea y miro a Crookshanks en su hombro.

- ¿Listo?

El camaleón se ató un mechón castaño a su alrededor y alzo él pulgar.

Estoy tan cerca de ese mundo externo. - Observo al exterior.
A eso tan grande voy, no me atreveré.
Aquí estoy, por fin tengo que hacerlo, y si.... - Miro hacia el interior de la torre dudando.
NO lo haré...!

Enredados - RomioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora