8

107 10 0
                                    

Había pasado una semana, ¿O será que han pasado dos?... no estaba muy segura pero sabía que ya había transcurrido un período considerable de tiempo en donde me pasaba todo el maldito día dentro de la tienda sin hacer absolutamente nada… bueno, lo que hacía era sentir pena por mi misma y lamentarme por la situación en la que me encontraba, además de caer en prolongados sueños donde todavía estaba en casa, junto a Emma y Nino... Era horrible despertar y ver que solo fue eso, un sueño.

Durante el día Adrien salia, dejándome sola en la tienda. Volvía en las tardes, con una sonrisa en su rostro a pesar de lo mal y descuidado que se veía. Siempre me hablaba de estas personas, las diferencias entre este grupo y otros los cuales, por la descripción que el rubio me daba, parecían ser más civilizados. También hablaba de cómo podríamos volver a nuestro tiempo, tratando de explicar como es que llegamos aquí...yo solo escuchaba y asentía, mientras no me diera pruebas de que estuviesemos en el futuro yo seguiría pensando que estoy en algún lugar pagando mis culpas...no debí haber copiado en aquel examen, pensaba cada tanto en las cosas que pudieron condenarme

Cada vez que él regresaba de lo que sea que estuviera haciendo parecía relajarse y disfrutar de mi presencia, hablaba de todo, me contaba acerca de su día, los problemas de liderazgo que tenía, y como trataba de buscar más pueblos con los cuales negociar. Sentí que durante los años que estuvo en este lugar, jamás pudo relajarse o tener a alguien con quien hablar...no después de hacer lo que hizo... aquella historia rondaba constantemente por mi cabeza y hacía que mirara a Adrien con otros ojos, no mentiré pero algunas veces le temo y a veces me preguntaba si yo sería capaz de llegar a ese extremo... Realmente espero que no

Una noche cuando volvió se tiró a la "cama" suspirando y totalmente cansado...muchas veces me regañaba a mi misma por temerle, algunas de sus actitudes seguían siendo las mismas de aquél chico de 22 años...pero otros días parecía alguien completamente diferente,  supongo que es el resultado de haberse visto envuelto en situaciones horribles. Al parecer ese día en particular había sido más difícil luego de intentar negociar con otro grupo

-Pensé que tomaban lo que querían-  pregunté viendo como su rostro estaba más serio de lo normal, su cara, la cual estuvo enterrada entre las mantas, volteo hacia mí y comenzó a explicar que había tenido problemas con uno de las tribus vecinas, aún no entendía cómo es que funcionaba esto de las tribus, pueblos, asentamientos...pero Adrien todos los días se dedicaba a enseñarme para que cuando lograra recuperarme poder actuar de manera normal… o lo que se considera normal aquí, es decir bajar la mirada y no hacer contacto visual

-Estoy tratando de cambiar eso- me respondió suspirando nuevamente, su cansancio era notable pero aún así no se quejaba y siempre me contaba todo, a un volumen bajo para no ser escuchados por aquellos que quieran espiar desde fuera...

-¿Y lo has logrado?

-Casi todos nos temen, así que no mucho...y Viperion no ayuda tampoco

Viperion, ese nombre me daba escalofríos. Siempre que Adrien tenía un problema, ese nombre aparecía. Una vez aquel hombre ingresó a la tienda, fingí dormir para saber qué es lo que buscaba pero lo único que hizo fue observar, me incomodó demasiado y solo se retiró cuando una de las mujeres de la tribu ingresó para ayudarme a asearme. Decidí no comentarle nada a Adrien, después de todo fingí dormir pero… debo tener cuidado con él… 

-Debe ser difícil dirigir- comenté en voz alta sin percatarme

-Bastante, además afirman que nos hemos llevado a uno de los suyos- respondió con su rostro aún enterrado

-¿En serio?

-Si, al parecer uno de los suyos desapareció y nos culpan… no puedo estar seguro si somos inocentes porque Viperion pudo haber hecho algo… jamás me dice nada…- dijo, se notaba fatigado- no debería estresarte con estas cosas- suspiro-  ¿Cómo te sientes?

ATEMPORALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora