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Ya habíamos recorrido una distancia considerable cuando por fin pudimos respirar con tranquilidad, calculaba que ya llevábamos al menos tres kilómetros de ventaja así que nos permitimos descansar por un momento, vi a Marinette a mi lado, estaba sonriendo, fue extraño pero a la vez calmante verla así

-¿Estás bien?- pregunté, mientras también sonreía. De alguna manera me sentí feliz y sin un peso encima, como si estar en ese lugar me hubiera oprimido en todos estos años y ahora, ahora era libre. Además estar con Marinette me daba una seguridad que jamas habia sentido en este lugar, ella me ayudó a salir de ese pozo oscuro en el que estuve por tres años, ahora me daba cuenta de que se quedó a mi lado teniendo las habilidades para escapar. “hago...más bien hacía senderismo y escalada libre… te dije que podría seguirte el paso” me dijo cuando le pregunté cómo es que no estaba cansada de caminar, escalar y correr por terrenos algo más escarpados a lo que estábamos acostumbrados. 

-¿Tu lo estas?- se levantó- debemos buscar un lugar más plano y…

-¿Para que?

-¿Acampar?, ya está anocheciendo

-De qué hablas hace unas horas amaneció y…- me di cuenta que tenía razón, cuando nos detuvimos era alrededor de medio día, pero ahora los tonos anaranjados cubrían el cielo, además de no estar en el mismo lugar en el cual nos habíamos detenido ¿que ocurrió?-¿Marinette?

-¿Adrien?- preguntó acercándose rápidamente, me sentí mareado y...pisadas, escuche pisadas

-Alguien viene- logre decir antes que todo se fuera a negro

*

-¿Adrien?- pregunté arrodillándome junto a él, se había desvanecido y no respondía a mis llamados, también escuchaba pisadas, pero no me importaba en ese momento, no lo dejaría solo. Hace horas que lo notaba algo ido pero asumí que quería alejarse lo más posible del lugar pero ahora, parecía que realmente estaba desvinculado de la realidad- Adrien ¡¡porfavor!! despierta- dije moviéndolo y golpeándole las mejillas pero él no respondía.

El crujir de las hojas se hacía más fuerte, por lo que quien fuera que se estuviera acercando ya estaba cerca, abracé a Adrien y cerré mis ojos.  Ya había perdido mucho desde que llegué y no quería también perderlo a él, mucho menos para salvarme a mí misma.

-¿Marinette?

-¿Juleka?- el alivio invadió mi cuerpo de inmediato al reconocer esa voz

-¿En serio pensaban dejarme atrás?- dijo acercándose- ¿qué pasó?

-Se desmayó- respondí aun tratando de despertarlo nuevamente

-Necesita descansar

-Lo sé…-suspire levantándome para ver a la chica quien nos había seguido- lamento no avisarte de...

-Lo comprendo- en su voz no note reproche o algo que indicara que estuviera enojada- pero me necesitan

-¿Por qué?

-Conozco este lugar mucho mejor que ustedes dos- asentí dándole la razón

Armamos un campamento improvisado, mientras que Adrien se recuperaba, supuse que por la caminata, estaba fatigado, algo extraño al saber que constantemente salía con su grupo pero puede haber otras razones, se veia debil y algo cansado, razón por las que nos detuvimos nuevamente en ese lugar.

Horas después él comenzó a moverse 

-¿Cómo te sientes?- pregunté cuando sus ojos se abrieron, parecía confundido al principio, pero luego se sobresaltó- Adrien calmate

ATEMPORALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora