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No lo podía creer, estar allí era la confirmación de que Adrien tenía razón, que siempre la tuvo. Nos tardamos un día en llegar al sitio en donde me encontró hace meses.

No puedo explicar la sensación de familiaridad que me invadió en ese momento, si bien ya no había ninguna construcción ni nada que indicara que alguna vez lo hubo, reconocí el paisaje colindante, el bosque el cual atravesamos era el mismo que estaba al lado del laboratorio, el "santuario" protegido por la misma institución. Pude imaginar cada edificio, cada pasillo, cada sala y laboratorio. Aunque no estuvieran allí sabía exactamente en donde se encontraban, y entonces lo vi, aquel árbol que plantamos en el jardín interno, aquel que por su modificación genética debía durar un par de cientos de años. Estaba escondido entre árboles, y de lejos no se distinguía, pero al acercarme mas y mas, y ver la inmensidad de lo que un día no era más que un brote de tres centímetros fue el primer golpe que recibí acerca de lo que realmente ocurría.

Seguir caminando no hizo más que reafirmarme que en aquel lugar había estado lo que alguna vez fue mi lugar de trabajo, notar las rejas, las cuales medían dos metros de altura, ahora atrapadas entre vegetación y enredaderas. Si escarbaba se notaba vestigios de los azulejos que recubrían el suelo del centro, y al caminar un poco más era posible ver una escalinata. Lo que se podría interpretar como un barranco era en realidad los pisos subterráneos, que, al igual que todo el sector, estaba cubierto por espesa vegetación.

-Tienes razón- dije en un susurro, mientras tomaba entre mis manos un pedazo de cerámica- pero ¿qué ocurrió? ¿cuánto tiempo avanzamos en el tiempo para que esto quedara así?- eran las preguntas que habían saltado inmediatamente al ver el estado del lugar... era bastante obvio que algo había destruido el edificio en algún momento, puede que la explosion haya sido más grande de lo que pensé, pero ¿jamás reconstruyeron?

-No sabria decirte- me respondió Adrien

-Este lugar era una fortaleza- dije recordando la introducción que me dieron al entrar a trabajar en aquel edificio- alta seguridad, construcción eficiente... - mire en dirección donde estaba el árbol- lo único que queda es un tejo, el cual ya debe tener cientos de años, Adrien ... han pasado cientos de años, incluso miles

-Eso no tienes cómo saberlo

-¿Ahora tú eres el escéptico?- me levanté para enfrentarlo- Adrien, ese tejo estaba modificado, no debía crecer más de 10 metros y luego perecer pero, ahora tiene ¿cuanto? ¿unos 30?

-Pero...

-Y este lugar- dije señalando el entorno- está reducido a nada, todo lo que fue alguna vez se redujo a...- mire el pedazo de cerámica, botándolo mientras sentía como mis ojos se plagaban en lágrimas- un pedazo de baldosa...¿que pudo haber ocurrido para que todo terminara así?- comencé a llorar

-¿Marinette?- sentí la preocupación en su voz, pero me sentía enojada por la situación, no quería que se acercara, necesitaba estar sola...

-Alejate

-Mar...

-No me toques... - le grite palmeando sus manos y alejándome hacia donde estaba ese árbol, el único marcador de tiempo que tenía, la única evidencia de que esto era real y estábamos en el futuro...

*

Creo que es la primera vez que realmente la he visto romperse, sus gritos de frustración, los golpes que daba al aire, verla así de esa manera es lo que quise evitar al no traerla a este lugar.

Aún cuando me pidió que me alejara, no le hice caso, no cuando comencé a temer por su seguridad.

-Marinette, por favor- hable de manera calmada, necesitaba que se tranquilizara

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