Capítulo 9

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-I like the summer rain

I like the sounds you make

We put the world away

We get so disconnected- cantaron todos juntos, sin embargo la voz de Calum sonaba más que las demás. Luke sostenía su guitarra y deslizaba sus dedos de manera ágil, mientras que Ashton movía la cabeza al ritmo de la batería, Calum se dedicaba a cantar con el micrófono casi pegado a la boca y Michael, bueno, él se mantenía alejado de todos, sentado a mi lado en el sofá, admirando a sus amigos, tal y como yo lo hacía. De pronto me miró y una tímida sonrisa se posó en sus labios, sonreí también, para después apartar la mirada debido al color que subió a mis mejillas. Sin previo aviso, la canción terminó; Luke se acercó a Michael y se sentó en el sofá entre nosotros.

-Deberías tocar- dijo con una sonrisa de lado, al tiempo que mordía su lip ring con los dientes.

-No tengo mi guitarra- Michael se encogió de hombros y miró a Luke, quien soltó una ligera carcajada.

-Por supuesto que sí-se levantó del sofá y se dirigió a un pequeño armario que se encontraba en la parta de atrás de la habitación. Regresó con una guitarra color negro con unos taches blancos y se la tendió a Michael; el chico la miró un poco desconcertado al principio, no muy seguro de lo que estaba a punto de suceder. Se levantó y tomó su lugar a la derecha de Luke, frente a un micrófono lo bastante alto como para él. Luke comenzó a tocar acordes en la guitarra, mirando por el rabillo del ojo a Michael, como indicándole lo que tenía que hacer; el chico reconoció al instante la canción y sin pensárselo dos veces, sus manos se movieron al compás del ritmo que producía Ashton con la batería y su voz llenó la habitación.

-Even when we try to say goodbye

And you can cut the tension with a knife in here

Al terminar de tocar Gotta Get Out los chicos se miraron con asombro entre ellos, después Ashton comenzó a reírse, contagiándonos a todos al instante; se levantó de la batería y abrazó a Michael, Luke y Calum se unieron también y por un instante todo fue como antes; casi como si nunca hubiese pasado nada.

Solté un ligero gemido, pero al parecer, lo suficientemente alto como para que los chicos voltearan a verme. Ash los arrastró a todos consigo hasta que llegaron al sofá donde yo me encontraba, los hizo sentarse y el abrazo se volvió a consumar, ahora los cuatro chicos y también yo nos encontrábamos juntos de nuevo. Después de que ese bello momento finalizara, los chicos tocaron como por tres horas más y yo me dediqué a escucharlos con atención, procurando no ver demasiado tiempo a Michael. Cuando el ensayo acabó, se sentaron de nuevo en el sofá conmigo, estábamos todos apretados, sin embargo a ninguno le importaba demasiado, lo único que queríamos era estar lo más cerca posible ahora que Michael había regresado. De pronto, Michael sacó mi celular del bolsillo trasero de sus pantalones y me lo tendió, lo tomé y le sonreí ligeramente. El teléfono vibró en mi mano y por una fracción de segundo pensé que era Michael quien me estaba llamando, hasta que vi la foto donde estábamos Daniel y yo abrazados en algún lugar de Canadá. Descolgué y me lo llevé al oído.

-Hola-dije sin ganas.

-Hola, cariño- pude atisbar la sonrisa de Daniel al otro lado de la línea.- ¿Recuerdas lo de esta tarde?- preguntó, seguramente la sonrisa ensanchándose.

-Mmm... ¿sí?- respondí con un tono de duda; sinceramente no recordaba haber quedado con él para esta tarde.

-Pues sí puedo hoy; mamá habló un buen rato conmigo- rio por lo bajo- ya sabes, de todo eso acerca de los adolescentes y sus calenturas- volvió a reír, esta vez más fuerte.

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora