Capítulo 1

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SEIS MESES DESPUÉS

-¡Michael!- grité. Él se volvió y se llevó ambas manos a la cabeza. Me cubrí los ojos, al mismo tiempo que escuchaba el estruendo de su cuerpo contra...

-¡No!- jadeé al incorporarme en la cama. La puerta se abrió con estrépito y entró mi madre, seguida por mi padre, ambos se abalanzaron sobre mí y me abrazaron. Sin poder hacer nada para evitarlo, comencé a llorar.

-Nina...- susurró mi madre contra mi oído.- Tranquila, fue sólo una pesadilla- pero su voz se quebró al decirlo. Negué con la cabeza; esto era real, no era solo un mal sueño.

-¿Han sabido algo?- pregunté mirando a mi padre. Él profirió un largo suspiro.

-Aún no...- me solté a llorar, sacando todo lo que sentía. Quería gritar, romper este maldito silencio, pero me era imposible. Mi madre me tomó por los hombros, intentando hacer que la mirara a los ojos.

-Nina, escúchame; él es fuerte, y tú también. Debes demostrárselo.- hablaba con convicción, sin embargo, sabía que sólo lo decía para hacerme sentir mejor.

-Aún no han dicho nada de importancia, pero debemos ser pacientes- dijo mi padre, su mano sobre la mía. Asentí con la cabeza, más para convencerme a mí que a él.

-Intenta dormir, cariño- mi madre me dio un beso en la frente, seguida de mi padre. Ambos salieron de la habitación. Me llevé las mantas hasta el cuello y me hice un ovillo en la cama.

Sabía que él no era el único que estaba en blanco. Yo me encontraba casi en el mismo estado, sin saber qué había pasado después de aquello, sin conciencia alguna acerca de nada.

Miré mi reloj, marcaba las 5:29 am. Aún me quedaba media hora antes de prepararme para ir al colegio. Media hora para volver a tener la pesadilla; media hora para intentar recordar algo. Cerré los ojos y me sumergí en un profundo sueño.

...

-¡Nina!- me golpeé la cabeza contra mi casillero debido al susto. Me asomé por el pasillo y alcancé a ver a Ashton a lo lejos, venía corriendo, su bandana azul casi le caía sobre la cara. Al llegar hasta mí me dio un abrazo de oso, eso era muy propio de él, lo que me causó extrañeza fue que cuando se separó de mí tenía un brillo en los ojos. Un brillo que no le había visto desde hacía seis meses. Y lo supe.

Michael estaba bien, había regresado. Una enorme sonrisa se extendió por mi rostro, al tiempo que Ashton me envolvía de nuevo en sus brazos.

-¿Dónde está? Quiero verlo- dije casi gritando.

-Con Luke, fuera de la biblioteca- me dispuse a salir corriendo, pero Ashton me tomó del brazo.- Nina...- dijo con cuidado; fruncí el ceño.

-¿Qué ocurre?- un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando Ashton bajó la mirada.

-Él... Michael... ya no es el mismo...- luché porque mi mandíbula no se desencajara.- Cambió un poco; pero el doctor dice que es normal, que con el tiempo pasará...- soltó el aire lentamente.

-Quieres decir que...- dejé la frase inconclusa.

-Al principio sólo reconoció a Luke; tardó unos días en recordarme y Calum... bueno, él no se ha aparecido desde que se enteró.- finalizó.

-¿Crees que... no me recuerde?

-No lo sé- negó con la cabeza.- Puede que sí, porque...- se encogió de hombros y frunció ligeramente los labios. Porque estuvo conmigo antes del accidente, me recordé. Asentí lentamente.

-¿Podemos ir con él?- susurré. Ashton me tomó de la mano y me llevó por todo el campus, hasta que por fin alcancé a ver al rubio sentado en una banca, a unos cuantos metros de nosotros. Ashton se acercó con cuidado y le puso una mano sobre el hombro. Luke se volvió y al verme, su rostro se iluminó con una sonrisa. Se levantó y me saludó con un beso en la mejilla.

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