New Times {DracoMalfoy&Tú}

VIII.

- Bienvenida a tu nueva casa, ___. No es por presumir, pero es la mejor. -dijo un pelirrojo, para luego tenderme du mano, la cual estreché.- Soy Ron Weasley.

- ¡Yo he oído hablar de ti! -dije entusiasmada. Sirius había nombrado a tres personas en particular y él era una de ellas. Estaba sentado en frente mío.

- ¿Ah, sí? Wow... ¡Soy famoso! -dijo haciéndome reir.

- De seguro, Ron, como digas. -dijo una chica con el cabello ondulado y marrón claro. - Yo soy Hermione, Hermione Granger. Tu selección estuvo muy interesante, has dejado mucho de qué hablar. Encantada. -dijo sonriéndome y dándome un beso en la mejilla, pues estaba a mi costado.

- Y mi nombre es Harry Potter, un gusto, ___. Lindo apellido. -le sonreí amablemente... Al parecer Sirius tenía razón. Ellos eran muy agradables y por alguna extraña coincidencia los había conocido a ellos primero.

- Yo también quiero presentarme. Me llamo Emily RedHair. ¡Haz quedado en Gryffindor! Eres una leona. -dijo una chica que se paró de su asiento para saludarme.

Se veía muy simpática. Y en cierto modo su apellido me causaba gracia, era irónico, su cabello era pelirrojo y su apellido RedHair.

En eso unos gemelos pelirrojos vinieron a saludarme. Se veían divertidos y algo traviesos.

- Yo soy Fred Weasley.

- Yo soy George.

- Y bienvenida a Gryffindor. -dijeron los dos juntos. Me iban a confundir.

- Hola, Fred y George... ¿Hermanos de Ron? -pregunté, aunque era un poco obvio.

- Lamentablemente sí...

- Aunque creemos que es adoptado. -dijo George ¿O era Fred? Bah. Me hicieron reír. Qué malos.

- Ay, chicos. -yo seguía riéndome, me daban risa las peleas de hermanos, y aunque esta no era una pelea del todo, seguía dándome risa.

Y así fueron presentándose muchas chicas y chicos más, hasta que en cinco minutos tocaron una ruidosa campana. Algo molestosa debo admitir.

- Ya debemos ir a clases, ____. Al ser la primera hora nos toca Transformaciones con McGonagall. ¡Vamos! -dijo Hermione apenas escuchó la campana.

- Señorita Granger, guíe a la señorita Thermopolis a su habitación, la 119. Indíquele lo necesario y luego vayan a mi clase, no demoren mucho. -dijo la antes nombrada y se retiró. Transmitía cierta elegancia.

- Está bien -respondió Hermione, pero la profesora ya se había ido.