X.

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- McGonagall debe estar esperándonos, nos hemos demorado... -dijo Herms mirando uno de los relojes del colegio, habían un montón. Tal vez era para que no hayan excusas de tardanza. - ¡MCGONAGALL DEBE QUERER MATARNOS! ¡Media hora tarde! A ti no te dirá nada... ¡Sino a mí! Oh por Dios, ya siento el castigo, ya sé lo que...

- ¡Solo cállate y corre! -le dije jalándola de su capa y empezamos a correr en dirección a la clase de transformaciones. Ella delante mío, pues yo no sabía dónde quedaba.

- ¡Ten más cuidado, estúpida sangre sucia! -dijo un chico rubio platinado cuando Hermione de casualidad chocó contra él. Aunque la que sufrió fue ella, no él... se había caído al suelo.

Corrí hacia donde estaba ella -me llevaba una gran ventaja de camino- y la ayudé a pararse.

- Oh, así que haciendo malas amistades ¿Eh, Thermopolis? No te conviene, a menos que quieras ser una traidora de la sangre -dijo mirando a Herms con desprecio ¿Quién se creía?

- Hey, no la mires así, es mi amiga -lo fulmine con la mirada- Y no la llames sangre sucia. -Hermione me había dicho qué significaba ese término, pero eso no justificaba que lo diga en forma de insulto.

- Tú a mí no me vas a decir qué hacer, estúpida traidora. -parecía que estuviera escupiendo aquellas palabras. - Qué bien que no estés en Slytherin, serías un estorbo, por no decir otra cosa.

- Mira niñito engreído -sabía que perdería tiempo con él y McGonagall de seguro nos castigaría, pero diría que fue su culpa. - Tú no eres mejor que... -y entonces me detuve a ver sus ojos. Había tanto parecido en él con el chico de mi extraño sueño.

- ¡____! -me gritó Hermione haciéndome volver a la realidad.

- Oh, tienes ojos grises... yo -empecé a chasquear los dedos como si intentara recordar algo.- no, no eres tú... el de mi sueño se veía mucho más elegante.

Hermione y él me miraban con una cara de confusión sorprendente. No entendían lo que decía. Aunque él parecía disimularlo más... Eran tan parecidos en los rasgos físicos él y el de mi sueño.

- Como te decía, niñito engreído... no eres mejor que nadie aquí, es más... si hubiera una jerarquía tú ni siquiera estarías dentro.

Dejé al rubio solo y me fui con Hermione a la clase de transformaciones. Esta vez caminando. No queríamos más incidentes.

- Señorita Granger, creí haberle dicho que no demoraran tanto.

- Lo sé, profesora McGonagall, pero estuve explicándole todas y cada una de las reglas a ____ y me entretuve haciéndolo... por lo que me equivoqué y la llevé por el camino más largo. Le pido disculpas de parte de las dos, profesora McGonagall.

Ella nos miró con los ojos entrecerrados y decidió darnos el beneficio de la duda. Dejándonos así, entrar a su clase.

- Cinco puntos para Gryffindor por la ayuda a los nuevos de parte de la señorita Granger. -ella sonrió y McGonagall siguió con su clase.

- Wow... no mentiste.

- Solo omití algunas partes de la verdad. -la miré y negué con la cabeza mientras reía un poco.

Esta clase nos tocaba con Hufflepuff.

New Times {DracoMalfoy&Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora