Capítulo 8

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¿Eres virgen, Hwanwoong?

-Si.

Mierda. Pensó Youngjo y luego soltó una ligera risa, la situación era mucho mejor de lo que esperaba. Se puso de pie y avanzó hasta el castaño acabando con la distancia entre ellos.

-Así que voy a ser el primero... -quiso acariciar la mejilla del menor, pero este enseguida apartó su mano de un golpe y bufó con molestia.

-Tampoco te creas la gran cosa imbécil... Nunca he estado con un hombre, pero si he estado con chicas, no es como si fueras a robarme la inocencia o algo así... pedazo de idiota- el castaño no decía la verdad, pero tampoco mentía, eso de chicas en plural, tal vez era una exageración, sólo había tenido una novia en su vida, con la cual había perdido su virginidad, pero sólo en aquella ocasión, luego de que la chica le engañara no había vuelto a estar con otra, de repente, las mujeres habían dejado de interesarle.

- ¿Con chicas? - preguntó el pelinegro alzando las cejas- No pareces del tipo dominante... Pero nada es lo que parece ¿cierto?... ¿No tienes novia o sí? - inquirió el mayor. Hwanwoong negó con la cabeza.

-Ya no salgo con chicas- respondió sin más. Ya no le interesaban, los chicos en cambio le parecían más atractivos, sin embargo, nunca había interactuado con uno de esa forma, hasta que apareció Youngjo. Y aunque odiara admitirlo y nunca lo diría en voz alta, el pelinegro hace sólo minutos, le había hecho sentir de una forma que nunca nadie había hecho.

Youngjo pareció estar complacido con su respuesta, acortó la poca distancia que ya quedaba entre ellos y unió sus labios, tomó a Hwanwoong de la cintura y pegó más sus cuerpos. Arrastró al menor hasta la cama, sin dejar de besarlo cuando ambos se vieron recostados sobre la misma.

El beso fue roto un par de minutos después, por el mayor quien se incorporó y se dispuso a deshacerse de sus propias prendas.

-Esto no era lo que tenía pensado hacer... Pero viendo la situación, creo que es lo mejor, al menos por hoy no seré rudo contigo- Hwanwoong tragó en seco cuando el mayor se bajó los pantalones quedando en boxers, fijó su vista en el gran bulto que estos retenían y por un segundo se volvió a sentir mareado. Aparte de que el cuerpo del rubio en sí, estaba bien trabajado, era como una estatua de Dios griego salida de un museo.

Un gritó salió de su garganta cuando el mayor tomó su tobillo y lo haló hasta orillas de la cama. Youngjo sonrió por tal reacción. Sus manos se fueron directo al cinturón el cual desabrochó junto con los botones y cierre del pantalón del castaño, el cual bajó junto a la ropa interior, haciendo que un tono rojo se extendiera por toda su cara. Lo peor de todo para el menor era que estaba erecto, ver su propio miembro literalmente pidiendo por atención, sólo aumentó el rojo de sus facciones, y la hambrienta mirada de Youngjo sobre su persona no ayudaba a mejorar la situación.

-Deja de mirarme y acaba de una vez... -murmuró el pelinegro mirando para otro lado.

- ¿Sabes? Es extraño tenerte así ahora... tan sumiso y avergonzado... a diferencia de lo enojado y rebelde que te veías en el restaurante o incluso en el bar cuando volvimos a encontrarnos... - Hwanwoong le devolvió la mirada con el ceño fruncido.

- ¿Sumiso? ¡Sumisas mis pelotas imbécil! - Hwanwoong se incorporó quedando a pocos centímetros del pelinegro, y se arrepintió al instante cuando ambas entrepiernas se rozaron por la cercanía, Youngjo gruñó y Hwanwoong ahogó un gemido- ¿Esto no era lo que querías? Aquí me tienes ¡Acaba con esto de una puta vez!

-Este Hwanwoong me gusta más - dijo el pelinegro, terminó de deslizar la camisa por los hombros del menor, dejándolo totalmente desnudo. Hwanwoong se sintió más nervioso, sin tener nada cubriendo su cuerpo, pero por lo menos intentó lucir calmado- date vuelta -pidió el mayor, Hwanwoong obedeció sin rechistar e inmediatamente sintió el pecho contrario en su espalda y sobre todo su erección contra sus glúteos. Unas manos empezaron a vagar por su pecho para lentamente descender por su torso- vas a disfrutar esto tanto como yo lindura- dijo al oído del castaño, quien jadeó en respuesta.

 𝕋𝕠𝕩𝕚𝕔 - 𝕐𝕠𝕦𝕟𝕘𝕨𝕠𝕠𝕟𝕘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora