Capítulo 34

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-¿No piensas comer? -preguntó el mayor, viendo como su hija no había tocado el desayuno en frente suyo.

-No tengo hambre...

-Estás embarazada Camil, debes cuidar tu salud... hablaré con el doctor Lee para que me recomiende un buen nutricionista para ti...

-¿Más doctores? -Está vez la menor desvió la vista del plato y la fijó en su padre.

-Lo hago por tu bien... No voy a volver a permitir que esto se me salga de las manos... ¿Sabes cómo me siento? Mi hija embarazada y yo ni me entero... Yo confié en ti... Pero traicionaste esa confianza...

-Yo no traicioné nada... sabes muy bien que Youngjo me ha gustado desde siempre- los ojos de la castaña brillaron tristes- Simplemente pasó...

-Eso no es lo que Youngjo dice, hablé con él ayer y hasta me pidió disculpas, cuando soy yo quien debería hacerlo por tantos problemas que tú le has causado... dime la verdad Camil ¿Quién es el padre?

-¡Ya lo sabes! ¡Es Youngjo! -gritó con ojos cristalizados.

-¡No mientas!

-¡No lo hago! ¡¿Por qué lo haría?! ¡¿Por qué desconfías de mi de esta forma?!- la joven sollozó, con el rostro bañado en lágrimas- ¡Eres mi padre! ¡Me duele que pienses así de mi!

El hombre se sintió culpable ante el rostro tan dolido de su hija, su corazón se estrujó ante aquella imagen, pero también conocía a su hija y estaba al tanto de su condición, no podía dejarse manipular.

-Mi intención no es lastimarte, nunca lo ha sido ni nunca lo será, pero no voy a pasar por alto tus irresponsabilidades... de verdad, aunque lo dudo, espero que Youngjo sea el padre de ese niño... de lo contrario vas a asumir las consecuencias- el hombre se puso de pie- nos vemos en la cena... - dicho esto salió del comedor dejando sola a la chica, hecha una furia.

En cuanto se vio sola se secó las lágrimas y bufó.

-¡Maldita sea! Debo hacer algo... - dijo para sí misma- Youngjo... debo hablar con él y retrasar la dichosa prueba de paternidad... tengo que convencerlo...

Se puso de pie y subió las escaleras apresuradamente, dentro de su habitación cambió sus ropas sencillas por un pantalón negro y una blusa holgada, con intención de que su vientre no fuera tan obvio, incluso si todavía no era de un tamaño considerable.

Tomó su bolso y las llaves de su auto y salió de casa, no sin antes cerciorarse de que su padre ya no estaba.

Unos minutos más tarde ya se encontraba transitando por las calles, con una dirección en mente.

-Más te vale servirme de algo, bebé estúpido... - dijo mientras colocaba una mano en su vientre- tendrás que ayudarme con papi...

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Youngjo se inclinó para poder besar al castaño, este rodeó el cuello del rubio con ambos brazos acercándolo más así mismo.

-Mm... Hwanwoong... debo irme... - dijo el pelinegro entre besos. El menor sonrió y deshizo su abrazo.

-Eres el hijo del dueño de la compañía... creo que puedes permitirte llegar un poco tarde...

-No me tientes dulzura... No me tientes... -comentó el mayor burlón mientras ajustaba el nudo de su corbata- ¿Te gustaría pasar por mi oficina a las 1:00? Podríamos almorzar juntos.

-Claro, me parece bien...

-Perfecto, puedes quedarte a dormir más si quieres, la casa es tuya- dijo el pelinegro, para acto seguido salir de la habitación.

 𝕋𝕠𝕩𝕚𝕔 - 𝕐𝕠𝕦𝕟𝕘𝕨𝕠𝕠𝕟𝕘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora