-No creo que sea buena idea... -dijo Hwanwoong de pie frente a Youngjo.
-¿Por qué no? No pienso dejarte sólo aquí mientras yo me voy a una fiesta, además, ya dije que iría con un acompañante- respondió el mayor.
- Es que... ¡Ni siquiera hablo francés! Sólo estaría ahí pegado a ti toda la noche...
-Pues la verdad... anoche me tuviste pegado a ti y no pareció incomodarte, al contrario... comentó el pelinegro moviendo las cejas de forma sugerente.
-Eso no tiene nada que ver, no te salgas del contexto- habló Hwanwoong intentando no reír.
-Vamos... además... te tengo una sorpresa, te gustará- siguió Youngjo.
- ¿Sorpresa? Bueno... Está bien, te acompañaré- terminó por aceptar.
Youngjo había llegado aquella tarde, luego de pasarse gran parte del día en la compañía donde se encontraba en una reunión con un socio de su padre, diciendo que había sido invitado a la fiesta de cumpleaños del hijo de este y que además también era amigo suyo, se habían conocido en la universidad.
Las pocas horas que faltaban para el anochecer llegaron con más prisa que demora.
Youngjo ya se encontraba listo, con saco, pantalones negros y una camisa de color gris, con los primeros botones desabrochados, su cabello perfectamente peinado hacia atrás.
-Ya estoy listo -escuchó la voz de Hwanwoong a sus espaldas.
Se giró para encarar al menor, y se mordió el labio inferior ante la imagen que veía. Hwanwoong se había puesto un pantalón negro, malditamente ajustado a ojos del pelinegro, una camisa blanca con las mangas dobladas casi hasta los codos, usaba unas botas negras y sujetaba lo que parecía ser una gabardina de color azul marino, su cabello que aún se notaba húmedo caía delicado y cubría su frente. Se veía incluso más joven de lo que en realidad era.
-Te vez precioso- dijo Youngjo.
-Tú no te ves nada mal- comentó Hwanwoong, luego agregó con una sonrisa- el gris te hace ver sexy- Youngjo imitó su sonrisa de forma coqueta.
- ¿Nos vamos? –Hwanwoong asintió y ambos se encaminaron a la salida de la suite- mañana no habrá más trabajo, las negociaciones fueron un éxito así que mi trabajo ha terminado, mañana sólo seremos tu y yo- continuó hablando el mayor mientras salían del ascensor.
-Me gusta cómo suena eso- respondió Hwanwoong, aún sonriente.
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°Tomaron un taxi en la salida del hotel, el mismo les dejo frente a un edificio, que, en su último piso, según le explicó Youngjo, se utilizaba como salón de eventos.
Cuando llegaron a la entrada el empleado que se encontraba allí les saludo y recibió la carta de invitación que Youngjo le entregó.
Tomaron un ascensor marcando el piso indicado por el empleado, cuando las puertas se abrieron y llegaron al salón.
Hwanwoong esperó encontrarse con algo totalmente diferente.
Aquel salón parecía más un club nocturno de élite que otra cosa, luces neón, pistas de baile, un escenario con un DJ que mantenía la música electrónica al tope, todos la estaban pasando bien por lo visto.
-Vamos por algo de tomar -habló Youngjo elevando la voz por encima de la música. Hwanwoong asintió y se vio guiado por el pelinegro hasta que llegaron a una barra.
-¡Youngjo! -un chico de cabello rojizo se acercó a ellos, el pelinegro le devolvió el saludo- Que bien que pudiste venir... Buenas noches- esta vez el saludo fue dirigido a Hwanwoong.
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𝕋𝕠𝕩𝕚𝕔 - 𝕐𝕠𝕦𝕟𝕘𝕨𝕠𝕠𝕟𝕘
Fanfiction- 𝑫𝒆𝒋𝒂 𝒂 𝒎𝒊 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆 𝒆𝒏 𝒑𝒂𝒛, 𝒚𝒐 𝒑𝒂𝒈𝒂𝒓𝒆́ 𝒑𝒐𝒓 𝒆́𝒍 -¿𝑬𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒓𝒐 𝒅𝒖𝒍𝒛𝒖𝒓𝒂? - 𝑺𝒊́, 𝒚 𝒎𝒊 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒆𝒔 𝑯𝒘𝒂𝒏𝒘𝒐𝒐𝒏𝒈, 𝒏𝒐 𝒅𝒖𝒍𝒛𝒖𝒓𝒂 ¿𝑪𝒖𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒔𝒂𝒍𝒅𝒂𝒓 𝒔𝒖...