Nuestro Pequeño Espacio [editando]

11: Acercamiento fallido

El lunes por la mañana, llego a la escuela y me dirijo al salón de música. Al entrar, el leve olor característico me envuelve, tomo una de las guitarras acomodadas en una esquina y empiezo a tocar "Fallen" de Gert Taberner.

Canto la canción y me siento patetico al sentir lágrimas en mis ojos junto a mi voz delatando que en cualquier momento lloraré, siento cada nota, cada palabra parece incrustarse muy dentro de mi.

Desde la fiesta del viernes no me he sentido del todo bien, es como si algo dentro de mi se hubiese quebrado, justo como hace dos años aunque definitivamente esta vez me afectó mucho más fuerte.

Ser abandonado una vez fue suficiente dolor que poco a poco fui superando. No he intentado sanar todo este tiempo solo para que él venga a tratarme como algo desechable pero a la vez no quiere soltar.

Y los chicos tienen razón, si quiere acercarse que arregle su mierda antes. No dejaré que los sentimientos me dominen, no esta vez.

Termino de tocar y acarició por última vez las cuerdas, como siempre antes de tomar mi bolso y caminar a la puerta pero doy un respingo al ver de reojo una figura recostada sobre el asiento del piano.

— ¡Malparido susto! ¿Sasha?

— Eh... Hola. — saluda con una sonrisa nerviosa.

— ¿Me escuchaste? — pregunto lo obvio y él asiente.

— No fue intencional, en realidad entraste tan rápido que no me viste, iba a salir pero me notarías y sería incomodo para ti, entonces me quedé aquí.

Río y él se relaja un poco.

— ¿Tocas? — señalo el piano y asiente.

— Estoy intentando aprender por mi cuenta, cosa que no ha funcionado mucho. Tienes bonita voz por cierto, aunque siempre lo había pensado, es relajante y te da un sentimiento de tranquilidad. Al cantar se nota mucho mas, me gusta bastante.

Siento mi rostro calentarse y sonrío con la mirada fija en el suelo antes de mirarlo a él.

— Nadie me había escuchado ademas de mi mamá y... Aaron hace años. Me da demasiada vergüenza pero sé que tú no mentirías por quedar bien, así que gracias— respondo y Sasha mantiene su mirada fija en mis ojos mientras sonríe. Aclaro mi garganta  —. Por cierto, si quieres aprender — menciono señalando el piano —, puedo ayudarte, si quieres claro, aunque no te aseguro que me entiendas o si seré de mucha ayuda.

Él  ríe cerrando los ojos antes de asentir.

— Me encantaría la verdad, quien sabe si al final termines siendo un buen maestro. Además eso significa pasar mas tiempo juntos, es una total victoria para mi. — dice y sonrió, estoy por hablar cuando el timbre suena y él  recoge sus cosas para salir del lugar.

Él cierra la puerta del detrás de nosotros cuando nos topamos con Aaron.

Me tenso completamente.

— ¿Podemos hablar? — cuestiona de la nada y suelto una risa irónica.

— Pregúntale a tu novia, quizás si le avisas con anticipación, no la pague conmigo.

— Jonah, por favor.

— Vete a la mierda. — tomo la mano de Sasha y prácticamente lo arrastro a nuestro salón. Saludamos a nuestros compañeros al entrar y nos sentamos en nuestros lugares. Cinco minutos después, Aaron entra seguido del profesor y empieza la clase.

***

— Me cae muy mal, no puedo creer que íbamos a permitir que hablen la otra vez. Lo siento mucho, Jonah. – dice Mark.