15: Regalos.

81 16 2
                                    

Estoy en el baño terminando de lavar mi rostro cuando escucho voces y pasos en mi habitación cuando la puerta se abre de golpe.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! - Sasha, Marc y Mark aparecen en el umbral del baño y salto.

—¡Mierda! — suelto del susto poniendo mi mano sobre mi pecho — ¡Podría estar desnudo, bola de idiotas!

Ellos se miran entre si y Mark habla.

— Eh... No pensamos en eso, lo sentimos, pero ¡no lo estás! - dice alegremente.

— Pero podría - le devuelvo.

— Pero no lo estás - responde Marc.

— Pero podría - repito.

- Pero no lo estás - finaliza Sasha -, a lo que vinimos es... ¡Feliz cumpleaños! ¡Yeeii! - levanta los brazos y los sacude sonriendo, los gemelos lo imitan.

Río saliendo del baño, bajo las escaleras hasta donde está  mamá y los tres me siguen en silencio.

Ella sonríe y extendiéndome un pequeño pastel de chocolate.

— Ya los chicos me explicaron lo que van a hacer, diviértanse y envíame un mensaje sin necesitas o sucede algo. Feliz cumpleaños mi vida.

Le devuelvo la sonrisa y después del incomodo momento de canción de cumpleaños, en el cual no se que mas hacer aparte de sonreír como idiota, soplo las velas y nos sentamos a comer cuando escuchamos la alarma sonar en el teléfono de mamá.

— Debo ir a trabajar, estaré aquí para las nueve, avísenme si hay cambios en sus planes o si sucede algo. — le habla a los gemelos y ellos asienten — Cuídenlo bien, los amo.

— Te amamos, Irene. — responden los chicos y ruedo los ojos.

— Bien, a lo que vinimos. — murmura Sasha y los 3 asienten entre sí. — Yo lavo los platos, ustedes hagan lo demás.

— ¿Que es lo demás? Cuestiono y Mark me calla poniendo su mano sobre mi boca.

— Sin preguntas. Copia — esta vez le habla a su hermano —, ve a buscar las cosas en el carro.

Marc asiente.

— Ahora tu y yo, a tu habitación.

Frunzo el ceño y sonrió.

— ¿Tan temprano? — cuestiono con burla y Mark se mantiene en silencio como si estuviera procesando hasta que por fin entiende.

— Como si fueras mi tipo, vas a cambiarte.

— ¿Estoy mal así? — pregunto repasándome a mi mismo.

Llevo puesto un short negro, un hoodie del mismo color con un estampado de My little pony y mi cabello escondido por el gorro que uso casi todos los días, el cual debe oler asqueroso — ahora que lo pienso, no se de donde obtuve este suéter, pero es lindo y bastante cómodo — y para rematar, medias de flores con colores demasiado escandalosos que le dañarían la vista a cualquiera.

Ok, si me veo marrano, es ropa de casa, no la usaría para salir a menos que .

— Ni siquiera voy a responder eso, ya sabes que si. Yo voy a elegir tu outfit — dice Mark con una sonrisa — y no puedes negarte.

Empieza a revisar mi closet y a sacar prendas de ropa dejándolas sobre mi cama. Después de un rato desordenando mi cuarto y quedarse de pie como si tuviera mucho en lo que pensar, se dirige nuevamente al closet sacando mis converse negras que uso casi que siempre, las pobres están tan desgastadas que en cualquier momento se le termina de abrir un agujero en la suela.

Nuestro Pequeño Espacio [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora