13: Cuéntame

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— Jonah - Aaron me llama y lo miro.

— ¿Que pasa?

— Voy a preguntar algo - dice - ¿Confías en mí?

Él juega nervioso con sus dedos y ni siquiera debo pensarlo, claro que confío en él.

Independientemente de que me guste, es mi mejor amigo, la persona a quien confiaría mi vida sin dudarlo.

Asiento con la cabeza - Si - sonrío - claro que lo hago.

— Bien, entonces, puedes cerrar los ojos, por favor.

Estamos en en salón de música, venimos a la hora del almuerzo porque es la única hora libre.

Cierro mis ojos y Aaron toma mi mano antes de dejar algo en ella.

— Ya puedes abrirlos.

— No entiendo... — murmuro observando lo que dejó en mis manos, es una llave enganchada a un pequeño gato naranja hecho de cerámica.

— Quizás esto decírtelo aquí no fue buena idea, luego de la escuela quiero llevarte a un lugar.

Asiento con la cabeza y tal como prometimos, al salir de nuestra ultima clase, Aaron me lleva a un pequeño local en el centro del pueblo, dentro es como una pequeña cafeteria con discos de vinilo colgando de las paredes, hay diferentes puertas en las paredes y Aaron me conduce a una en especifico.

— Aquí es donde el hecho de que tengas la llave toma sentido. — dice sonriendo.

Al abrir la puerta, un piano de cola negro brillante se encuentra en el centro de la habitación.

— Es hermoso. — digo sincero.

— Se que siempre has querido un lugar para ti y quise dártelo. Aquí puedes hacer lo que amas sin preocuparte por nada más, está aquí para que seas libre.

— De verdad no sabes lo mucho que te amo. — respondo tomándolo por sorpresa — Y quiero que sea nuestro - digo y me ve con sorpresa.

— ¿En serio?

- Si, quiero que sea nuestro lugar - repito y Aaron sonríe dando un vistazo al salón.

- Nuestro pequeño espacio. - murmura y me mira - Me gusta.

🎶🎵🎶

Escucho mi teléfono sonar y lo saco del bolso notando dos notificaciones nuevas.

La primera es la alerta del calendario recordándome que mi cumpleaños es la próxima semana.
La segunda es de WhatsApp.

Marka te ha añadido a "Ola de saludo no de mar"

Integrantes:
El alemán con nombre ruso (Sasha)
Marce
Marka

Info del grupo:
Por aquí hablamos todos :)

Ruedo los ojos cuando llega un mensaje aunque estoy sonriendo.

Marce:
Idiota, agregaríamos a los chicos cuando arreglaramos todo.

Marka:
No molestes. Chicos ahora los agregamos.

Marka te ha eliminado de "Ola de saludo no de mar"

Suelto un suspiro tomando mi bolso caminando en dirección al baño. Acabo de llegar al instituto y ya se acabaron mis ganas de existir.

Al entrar, dejo mi bolso en el suelo y abro la llave del lavamanos, mojo mi rostro y suspiro.

Pasé la noche viendo un drama con el que aproveche de llorar todo lo que siento, una excusa ridícula pero me sirve cuando necesito forzarme el llanto.

Aunque lloré más por el pobre perro que murió que otra cosa. ¿Que necesidad tiene los guionistas de asesinar animales inocentes?

La puerta del baño se abre pero mantengo con mis ojos cerrados.

— ¿Podemos hablar? — suspiro a reconocer su voz y aunque no quiera, abro mis ojos para verlo a través del espejo. — No quiero molestarte, debo arreglar unas cosas antes de explicarte todo, pero al menos... ¿Podrías leer esto?

Me doy la vuelta y veo a Aaron extendiéndome una carta.

— Pues déjame decirte que sí me molestas, todo este enredo de querer decirme algo que pasó hace dos años me molesta, tu maldito tira y afloja me molesta, además dices que "debes arreglar las cosas antes de explicarme" no se qué pasa, pero sinceramente estas siendo egoísta y estoy cansado, detente con tu acoso y tu jodido intento de explicar algo que quedó en el pasado, no me importa si me amas o si aún quieres tener a alguien con quien besarte y manosearte de vez en cuando, madura de una maldita vez, no soy un juguete que usas y luego finges no conocer.

Paso por su lado y salgo del baño, camino a la cafetería y compro dos Gatorades, guardo uno en mi bolso y abro el otro sentándome en la mesa de siempre.

No pasa mucho tiempo cuando los chicos se reúnen conmigo.

— ¿Y bien? ¿Volverán a meterme en el grupo? - pregunto divertido.

Los tres se miran entre sí y luego a mí, sonríen mostrando los dientes y frunzo el ceño.

— ¿Que les pasa?

— Nada, vamos... Tenemos clase - dice Sasha.

El resto del día fluye con normalidad. Solo quiero llegar a casa, escribir en mi diario y dormir, dormir mucho.

***

— ¿Como te fue? - pregunta mamá

— Como siempre, clases aburridas que no entiendo.

Ella se sienta en la esquina del sofá y recuesto mi cabeza en su regazo.

— No quiero hacer nada, estoy cansado, abrumado de todo... me siento existencial.

—  ¿Sabes por qué es? - pregunta y asiento - ¿Quieres hablar de eso?

— No te he contado lo que está pasando, no es muy dramático pero me afecta.

— Bien - se acomoda y empieza a acariciar mi cabello — Cuéntame.

Tomo aire y empiezo a hablar, suelto lágrimas y mamá me escucha mientras acaricia mi cabello, cuando termino de contar todo, ella me aconseja y me voy a deshidratar de tanto llorar, no sé en qué momento sucede pero siento mis ojos hacerse cada vez mas pesados cuando termino durmiéndome en su regazo.

Extrañaba esto, volver a ser un niño pequeño y dormir en las piernas de mi mamá mientras ella acariciaba mi cabello cada vez que me sentía mal.

Extrañaba a mi mamá.

Nuestro Pequeño Espacio [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora