10: ¡¿Que yo hice qué?!

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Que puto dolor de cabeza. Oh Dios, no bebo más nunca en mi corta vida.

Llevo una mano a mi cabeza, todo palpita, hago un intento de abrir los ojos pero la luz del día me obliga a cerrarlos antes de volver a intentarlo.

— ¿Pero que...?

Me encuentro en una cama que me doy cuenta, no es la mía, junto a dos personas que no reconozco, uno de ellos se mueve y rueda fuera de la cama cayendo al suelo con un sonido sordo.

— ¡Agh! — se queja el tipo sentándose en el suelo, sobando su cabeza — no vuelvo a beber nunca más...

Lo miro con ojos entrecerrados intentando enfocarlo hasta que reconozco su rostro como uno de los gemelos.

— ¿Eres Marce o Marka? — pregunto y mi voz suena rasposa.

— Soy Marc con C, Jonah.

— Ya. — asiento lentamente.

El otro cuerpo, que no tardo en identificar como Mark con K, se remueve en la cama y parpadea varias veces sentándose en la cama sosteniendo su peso con sus brazos detrás de su espalda. Su hermano y yo lo observamos en silencio y cuando nos nota suelta el aire ruidosamente, cayéndose de espaldas.

— Uy, me asustaron par de inútiles— murmura incorporándose nuevamente —, se ven de la mierda.

— ¿Estamos en casa de quien? — pregunto.

— En la de Sasha. — responde Marc soltando un bostezo.

Cierro los ojos masajeando mis sienes.

Siento que mi cabeza va a explotar.

No recuerdo el viaje hasta la casa de Sasha, para ser honesto, la mayoría de mis recuerdos de la noche anterior son borrosos.

Los fragmentos que se mantienen en mi memoria son lágrimas, el hecho de que quizás vomité a alguien y el beso con Aaron, esta vez, por estúpido que parezca, no me arrepiento.

¿Tener esperanza en que las cosas entre nosotros puedan volver a ser como antes es algo estúpido? Ni siquiera debería preguntarme eso cuando ya sé la respuesta.

Me deslizo fuera de la cama y me doy cuenta de que la única prenda de ropa que llevo puesta, son mis bóxers. Suelto un bostezo cuando Sasha entra a la habitación con una toalla alrededor de su cintura. Los tres lo miramos y sonríe.

— Buenos días — nos saluda — ¿Como se sienten?

— Del asco — mascullo y él ríe.

— Igual yo — dice Mark.

— ¿Qué hora es? — pregunto.

— Casi las dos de la tarde, me voy a vestir rápido, mis padres no están así que no se sientan incómodos o algo. Tengo cepillos de diente extra en el baño y el desayuno está hecho sobre el mesón de la cocina.

Los tres lo miramos como si no fuera real.

Sasha es un ángel.

Salimos de la habitación y nos turnamos para lavarnos la boca antes de bajar las escaleras y sentarnos en la mesa donde descansan los platos, nos sentamos y sonrió al ver lo que Sasha preparó para nosotros y es cuando lo escucho bajar las escaleras con una camiseta azul y short deportivo negro.

— Espero les gusten los pancakes. — habla sentándose a mi lado.

Los chicos y yo asentimos empezando a c0mer, mi estómago ruge apenas como un bocado y siento un nudo asentarse en mi garganta.

Nuestro Pequeño Espacio [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora