Nos detenemos en el estacionamiento del centro comercial y bajamos del auto.
— Tu celebración de cumpleaños empieza ahora. Vamos a ir a almorzar ¿algo en especial que quieras, mi corazón? — Pregunta Marc y niego con la cabeza. — Bien, pues busquemos algo que sea rico y barato.
Reímos y Sasha me toma de la mano para caminar antes de sonreírme, Mark se da cuenta porque agarra a su hermano y nos toman de la mano a ambos, y al final terminamos los cuatro caminando hasta la feria de comida de esta manera, cosa que hace que el resto de las personas se nos queden mirando de manera rara. Sobretodo los viejitos.
Al final elegimos comida Thai de esas que te cobran por peso y te puedes servir tu mismo, elijo un poco de pasta con ensalada, pollo picante y una botella de agua. Pago mi plato y espero a los chicos para luego buscar una mesa donde empezamos a comer.
El resto de la tarde lo pasamos en el cine, donde vimos una película de terror en la cual los gemelos no dejaron de apretar mi brazo y el de Sasha, o gritarnos en el oído cada vez que se asustaban.
Luego de eso, decidimos ir al arcade donde pedimos mas dulces y refrescos mientras jugábamos las maquinitas.
Me doy cuenta de varias cosas: primero; mi risa es demasiado escandalosa porque ya varias personas me han mirado fijamente en plan — ojalá te ahogues con el hielo a ver si dejas de hacer ruido — porque parece que no puedo callarme; segundo, los gemelos son la definición de competición y a la vez parecen el diccionario mas completo de insultos, esto se debe a que no han parado de jugar entre ellos y apostar cosas absurdas desde que estamos aquí y cuando uno de ellos pierde, su vocabulario se vuelve mucho mas amplio con cada insulto entre ellos. Y tercero pero no menos importante, Sasha no es muy bueno en las maquinitas de agarrar peluches, aunque le doy puntos por su persistencia.
Accidentalmente le dije que me gusta Spiderman y Deadpool — a decir verdad en mi mente ambos están casados y con un perro, dos pájaros y un auto —, ya que casualmente una maquina está llena de peluches de Marvel y Mario. Esta información parece haber activado algo dentro de Sasha porque, sin mentir, ha estado pegado a la maquina por al menos 30 minutos seguidos, sin ganar ni una sola vez.
— Alejandrito, corazón, vida mía — intento llamar su atención—, te dije que no importa, puedo comprar uno luego, no gastes tu dinero en la maquina por favor. Hagamos otra cosa — me respondo a mi mismo —, ¿qué tal esa maquina? Se ve divertida, quizás bailar te ayude a relajarte. ¿Que dices?
— No me voy a rendir tan fácil, dos intentos más ¿sí? — responde incorporándose y viéndome a los ojos. Junta sus manos en suplica y sonrío soltando un suspiro.
— Bien, pero estos los pago yo. — accedo y él hace una mueca como si le hubiera dicho la peor cosa en el mundo.
— No seria un regalo si tú lo pagas, déjame intentarlo yo.
— Te dije que no necesito mas regalos, estoy bastante bien con la pulsera, me encanta.
— No es suficiente, te juro que voy a ganar los peluches para ti.
— Bieeen. — me rindo y él sonríe con sus dientes.
Que lindo es.
Dirijo la mirada a donde se encuentran los gemelos, a diferencia de Sasha, ellos han recorrido casi todos los juegos aquí, sobretodo los que sean de multijugador.
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Nuestro Pequeño Espacio [editando]
Teen Fiction¿Has pasado por esos amores adolescentes donde crees que todo durará y luego, de un momento a otro las cosas acaban y no queda otra cosa que seguir? De eso trata esta historia, de la que aún no sabemos el final. La música es amor buscando palabras...