—Creí que no conocías a nadie. Ah, viniste con tu amigo porque así era más sencillo ubicarse o perderse juntos? —Le sonrió Rain, el pelirrojo lo miró con fijeza, preguntándose por qué insistía en no usar la mascara en el exterior.
—Si planeara perderme, sólo sería contigo —Sonrió de lado, expresión que no se delató con la boca cubierta, al verle las mejillas encendidas— pero por ahora sólo quiero ir a la tienda de armas, estos jueguetitos no me sirven.
—Que curioso que digas eso, nos las apañamos bastante bien con tus disparos de nivel 1.
Eso era nuevo, el castaño burlandose de él? Según recordaba -a la perfección-, Kouki o babeaba por él o temblaba por él, ambas muy buenas reacciones a su majestuosa persona, pero nunca se burló a su costa.
¿Tanto así había olvidado con quien hablaba que ni siquiera temía a su actitud de monarca?
—"Ya deja de mirarlo así, vas a asustarlo" —Habló una voz más suave en la oscuridad de su mente, donde un par de ojos de cereza flotaban— "no vinimos aquí a conquistarlo, vinimos a protegerlo y no éstas cumpliendo nuestra palabra".
—"Si está conmigo está protegido, así de fácil".
—"Y los demás jugadores? Tenemos un trato con Harasawa."
—No puedo hacer nada con estas armas de juguete —murmuró casi en un gruñido.
—De todos modos lo hiciste muy bien para apenas llegar, ya jugaste antes en algún RPG?
La dulce voz de Kouki a su lado hizo que relajara sus hombros. El espacio abierto ante ambos constaba de un puente de cemento a unos veinte metros del piso; en medio, los automóviles y motocicletas pasaban volando velozmente con propulsores de energía en lugar de neumáticos, a diferencia del jeep de ese grupo. Akashi supuso que se debía al suelo en que quería utilizarse el vehículo.. O el dinero del que se disponía.
Con Kouki a su lado, con aquella sensación de realismo y falsedad, se preguntó si así hubiera sido de no haber salido de Los Siete Milagros, de haber evitado perder y vivido en paz por siempre junto al castaño.
—"Eres peligroso, deja de pensar de esta manera" —reclamó su hermano— "por tu culpa ya no pude utilizar ni un aparato electrónico en lo que llevo de encierro".
—"Si no hubieramos salido.. Al menos él tendría sus recuerdos y sería mío".
—"Y vivir en una mentira?"
Sus ojos con heterocromia vieron hacia abajo, de pronto notó unos dispositivos muy interesantes brillando abajo, no eran tan veloces como otros vehículos, pero servía para dos pasajeros y su forma extravagante le llamó la atención.
—Que tal si te lo demuestro en uno de esos?
—Eh? Pero.. Eso.. Se requiere mucha experiencia para manejarlo.. —Por su tono de voz, el castaño no quería herir su orgullo de novato, pero el pelirrojo sólo soltó el aire con suficiencia.
—Está bien, tengo mucha experiencia del anterior RPG en el que estuve.
No fue difícil encontrar un puesto donde les alquilaran uno de los aparatos, Red se sentó frente al volante redondo cual automóvil y el castaño a su lado.
—Mm.. Aún podemos ir caminando..
—Y cuanto vamos a tardar?
—Como media hora?
El pelirrojo negó con una sonrisa de puro orgullo, encendió el motor y montones de luces iluminaron el tablero. El viento les asacudió la cabellera y trajo consigo cierta contaminación con aspecto de niebla que hizo toser a Rain. Cada vez estaba más pálido pero el vehículo elegido no tenía techo, pues era un bote con alas que se replegaban como las velas de un barco pero en sentido horizontal, con las alas a los lados como el híbrido entre un avión y un bote. El pelirrojo jaló la palanca de cambios y salieron despedidos hacia adelante.
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RPG 2: Red.
FanfictionEl nuevo RPG que volvió locos a los gamers podría volverte rico o.. asesinarte. Continuación de RPG: Los Siete Milagros.