capitulo 4

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–¿ Porque escribimos ficción?– repitió la profesora Piper.
Cath miro su cuaderno.
Para desaparecer

FANGIRL- Rainbow Rowell

   De chica, pensaba que algo malo me ocurría. Sentía mas fuerte de lo que pensaba, y veia mas ruido de lo que oía. Y esa sensación me acompañaba día y noche. No era tan malo, pues los niños son raros ¿no?. En particular, a mi me encanto siempre observar los detalles, a la gente, a sus expresiones y sonidos. podrán decirme metida,  pero cuando tu mente maneja tus instintos uno no puede hacer nada mas que seguirlos. En fin, desde hace años no me sucede el estar tan metida en mis miedos, en esos dolores raros que me cubrían el pecho y rociaban mis ojos.

Pero ¿Acaso me comí un bloque de hierro? porque así lo sentía. Esa sensación de angustia, de que tenes algo atorado en la garganta y que te hace doler el pecho, sintiendo que algo malo estaba pasando. Pero sin embargo, no había ocurrido nada a excepción de aquellos ruidos que probablemente inventaron mi mente. 

-estas bien?- la voz de Cata me saco de mis pensamientos. 

pensé en contarle todo. Lo que escuche y lo que me pasaba. sin embargo, siempre fue difícil explicar lo que sentía, pensaba que las palabras no alcanzaban a describir algo tan inmenso, algo mas profundo.

-Si. me duele un poco la cabeza, eso es todo- dije tirando de mi labio para fingir una sonrisa. Ella me miro dudosa pero se recostó sobre su sillón aplastando la almohada de un perro vestido de Elvis Presley.

-Pues no lo parece. Pero como no voy a sacar información de ti te daré un calmante- se levanto y camino hasta la cocina, escuche como servia un vaso con agua y de repente todo me resulto insoportable. Escuchar las gotas de agua que caían después de cerrar el grifo, el tintineo de el choque del vidrio con los anillos de la mano y los pasos lentos y enormes.

Cerre fuerte los ojos y mire un punto fijo en el suelo, hasta que sentí como volvía a la realidad con la voz de mi amiga.

-MUNDO CAY, RESPONDE?- decía tendiéndome el vaso. Con la mano media temblorosa lo agarre junto a la pastilla y me lo tome intentando enfocarme en no vomitar.

-Perdón, creo que ver la cara roja del profesor Tyler escuchando a la profesional hablar sobre el placer femenino, fue muy fuerte- espere que el comentario afloje la tensión y funciono. La risa fue contagiosa e intente olvidarme del ahogo.

-si. Ese hombre vive ena antigüedad- dijo negando- Bueno, necesitas la bicicleta, ¿no? esta abajo. Ten la llave- me dejo el manojo de peluche con una pequeña llave- y no te olvides de darme los apuntes de Historia.

Me levante de la silla y  estire el cuello, agarre mi mochila y empece a sacar mis carpetas cuando de repente salio volando un papel. Antes de poder agarrarlo Cata se agacho y abrió el amarillento papel.

- que es esto?- dijo mirándome confundida. Me los tendió y observe que dentro escrito con tinta mostraba un código de palabras y números que me costo entenderlo. Me lo guarde en el bolsillo y mire al frente.

- no lo se- dije encogiéndome de hombros y observando la extraña caligrafía -quizás sirva como código para una caja de seguridad en la biblioteca- dije moviendo mis cejas.

- ¿y que quieren guardar ahí? ¿libros viejos?- se burlo.

-quizás Maria lo creo para ocultar un tesoro- le dije en susurro y le brillaron los ojos.

-claro que si, siempre pensé que detrás de esos lentes cliché de lectora hay una pirata.

Nos reímos y nos despedimos en la puerta.

Los cuentos nunca duermenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora