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Mil años

Es mucho, mucho tiempo

Incluso para una estrella en el cielo

Navidad, una festividad para celebrar en familia, ese día está por llegar, era noche buena y muchos ahora en la ciudad se encontraban comprando a última hora dificultándose en encontrar lo que buscaban, el cielo sobre la ciudad estaba cubierto de grandes nubes grisáceas junto a una brisa que les complicaba más a las personas en comprar. La campana de una tienda sonó, había entrado un nuevo cliente sintiendo la calidez del lugar mientras frotaba sus manos e iba a por su pedido, una vez esperando por unos minutos tuvo lo que ordenó desde días antes y así salir de prisa para volver con su familia, como muchos otros querían ya.

Sin darse cuenta, el ventanal donde se mostraban los pasteles, fue escarchándose de esquina a esquina... una ráfaga de viento se soltó alborotando algunas aves que estaban en el techo del local haciéndolas salir volando. Aquel hombre se marchó en su auto conduciendo por calles transitadas, saliendo de estas después para adentrarse a las calles por donde vivía, niños jugaban en los parques o fuera de sus casas disfrutando de la tarde mientras se esperaba caer la noche, muchas de las casas ya se encontraban decoradas con luces navideñas y decoraciones de lo mismo por el patio, llegando a su hogar bajó de inmediato con las compras dirigiéndose a la entrada de su casa, antes de que él abriera una pequeña figura lo hizo primero.

― ¡Papá! –

― ¡Hola, campeón! –

― ¡Papi! – una pequeña se acercó igual

― ¡Hola, princesa! –

Ambos pequeños ayudaron a su padre para llevar las compras a la cocina, minutos después una mujer salió de una habitación con una sonrisa encantadora yendo hacia su esposo dándole un beso cariñoso.

― ¿Pudiste encontrar todo? –

― Por suerte, todas las tiendas están llenas ¡Es un día de locos! – expresó con una sonrisa

― Al menos pudiste pedir el pastel antes –

― Sí, ya estaban por cerrar la tienda y de milagro salí del tráfico –

Ordenaron las compras y fueron preparando todo para esa noche, el árbol de navidad brillaba de todos colores cambiando constantemente, varios regalos estaban debajo y de la ventana colgaban adornos peculiares hechos de papel colorido, la pequeña veía con cierta magia aquellas figuras que del conocido Santa Claus se trataba, junto al Hada de los dientes, el Conejo de pascua, Sandman el hombrecillo de los sueños, Jack Frost y _________ Snow... grandes personajes que aquellos niños conocían gracias a su padre, Jamie. Una vez la noche cayendo, las fiestas han comenzado, en casa de la familia Bennet ya todo estaba preparado para la cena, la familia no tardó en llegar...

― ¡La tía Sofí llegó! – dijo en alto Charlotte, la hija menor de Jamie

Abriéndose la puerta vieron a una mujer rubia y hermosa, seguida por un pequeño y detrás un hombre quien era su esposo, sonriendo y saludando a sus sobrinos se emocionaron con tenerla en su hogar y poder pasar navidad con ella. Jamie se acercó para saludarla con un cálido abrazo, aunque ambos hermanos vivían al lado del otro siempre juntaban a sus familias para pasar tiempo antes de que los trabajos y colegios vuelvan, pasaron una noche buena con sonrisas, risas y contando historias de sus aventuras que tanto a Jamie y a Sofí les gustaba contar para sus hijos.

Podría contar las lágrimas

Y las largas, largas noches

¿Me Recuerdas? | Jack Frost | Temporada 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora