1. Descenso.

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El sonido de un rítmico taconeo resonaba por el blanco piso del hospital psiquiátrico Saint Cross. La Doctora Charlotte era reconocida en toda Luisiana por su enorme trabajo para reivindicar a todas esas personas 'locas de remate', y era firme creyente que el amor y compasión podía cambiar algo en ellos.

―¿Qué tenemos hoy, Violeta? ―Preguntó la rubia doctora a su asistente antes de entrar al cuarto donde esperaba su nuevo paciente.

―Tú escuchas la radio, ¿cierto? ¿Conoces a un tal 'Alastor'? ―preguntó Violeta, una chica de piel grisácea con extraña nariz aguileña.

Un recuerdo vino como flachazo a la mente de Charlotte. Ella adoraba ese programa nocturno donde su locutor preferido hablaba sin parar, todo un caballero. Ella misma había recibido saludos por ser una fiel seguidora y enviarle montones de cartas. En una ciudad donde el voodoo y el ocultismo eran el tema principal de conversación, Charlotte encontraba una salida en un programa de constantes risas y una voz particularmente atractiva con un enloquecedor acento francés.

―¡Claro! Es... un locutor. Me encanta su programa, lo escucho todas las no... ―

―Fue detenido. ―La interrumpió Violeta con brusquedad. ― Aquí encontrarás más detalles.

Su asistente puso un sobre amarillo sobre la mesa y Charlotte lo tomó para leer su contenido, el cual citaba:

 "Caso #19487 (abierto)

Nombre: Alastor Roux.

Edad: 32

Sexo: Hombre

Complexión: Delgada.

Raza: Criollo francés.

Ocupación: Locutor de radio.

Escena del crimen:

Se encontró al acusado en su domicilio particular, donde había rastros de sangre en diversas habitaciones, tras las pruebas de laboratorio (ANEXO A) se ha confirmado que se trata de sangre humana.

Se le atribuyen los cargos de homicidio y desaparición de 15 mujeres (4 menores de edad), cuyos nombres se incluyen en el ANEXO C. Las pruebas de laboratorio informan que la sangre coincide con la de 7 mujeres en la lista.

El cateo al lugar de los hechos reveló que poseía 15 armas blancas y 3 armas de fuego (todas con permiso exclusivo para caza legal de animales).

El acusado será sometido a una prueba psicológica debido a la falta de raciocinio que presentó en el momento de su captura. Según informes del jefe de policía (ANEXO A-1) el señor Roux no dejó de reír desde que se le encontró, ni si quiera cuando se le colocó la camisa de fuerza o el bozal de carnaza. Solo se detenía para balbucear alucinaciones como si estuviese hablando frente a un público.

Véase ANEXO B-1 Y B-2 (FOTOGRAFÍAS DE LA ESCENA). "

A medida que la joven psiquiatra leía el informe, su ceño se iba frunciendo, como si no diera credibilidad a sus palabras, pero la prueba estaba justo del otro lado de la puerta, esperando por su evaluación psicológica.

―¿Y bien? ¿Doctora? ―la voz de su asistente la sacó de sus pensamientos y Charlotte pensaba por qué algo así le había impactado. Probablemente porque hace menos de una semana estaba escuchando su radio y sentía cierta admiración hacia él, pero trabajo era trabajo.

―No es nada. ―Le contestó y le devolvió una fingida sonrisa mientras caminaba a la sala donde daría su diagnóstico.

Antes de entrar, meditó la situación para sus adentros. Violeta le había informado que Alastor se encontraba en una habitación que tenía una ventana de doble vista donde el sujeto que fuese 'entrevistado' únicamente podría ver un gran espejo negro al frente. Este instrumento era comúnmente utilizado para que los psiquiatras y demás personas interesadas en el caso pudieran ver al paciente sin que éste fuese capaz de saber que era observado.

Siempre tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora