uno.

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(▪︎💮▪︎)

Estaba saliendo de su trabajo para ir a la casa de su novio, lo cual no quería hacer al estar cansado por el día pesado e intenso que tuvo; pero como ya lo habían planeado hace unos días atrás, no tenía el valor para cancelar la dichosa cena.

Iba por las calles de Seúl acompañado de la noche y, por raro que parezca, sin gente por todos lados; iba tranquilo y sin prisas.

Caminando sin prestar atención a nada ni nadie que no fuera la música que escuchaba a través de los auriculares, mas al estar casi a punto de llegar no notó que un hombre venía muy apurado provocando que se chocarán y haciendo que se tambaleara.

El hombre se disculpa y se va igual que como apareció, sin embargo, decidió no prestarle atención y seguir con su camino para no retrasar más aquella cena. En cuanto llega a su hogar, saca la música y guarda los auriculares junto a su teléfono.

–¡Cariño, llegué! –gritó para avisar su llegada, pero no recibió respuesta alguna, algo sumamente raro de su pareja ya que siempre le responde enseguida o lo esperaba en la puerta para recibirlo con un cálido y tierno abrazo.

Adentrándose y sacándose el abrigo para ir a la sala, no vio a nadie pornlo que decide ir a la cocina, donde tampoco había rastro alguno. Seguro su pareja se había ido a hacer las compras y por eso no había rastro de él.

Con pasos seguros se dirige a la habitación a descansar mientras esperaba la llegada de su novio.

A medida que iba acercándose más, pudo escuchar unos ruidos un tanto extraños. Una vez llegó a la puerta de la habitación, apoya su oreja para escuchar mejor al querer averiguar de que se trataba.

Eran Gemidos.

Sin esperar a salir de su confusión decide abrir la puerta, encontrándose con su pareja a punto de tener sexo con una chica, la cual era su compañera de baile.

–¿¡ME PUEDEN EXPLICAR QUÉ ES ESTO!? –gritó exaltado al verlos en una situación comprometedora, sorprendiendo a las dos personas. Separándose y vistiéndose enseguida al verse descubiertos, Yoongi solo podía ver al suelo esperando por alguna respuesta, pero no obtuvo nada.

Al llegar a la sala, la chica sale corriendo saliendo del lugar.

Se encontraban los dos solos sentados en el sofá de la sala, en un silencio bastante abrumador y caótico para la pareja de Min.

Ninguno decía palabra alguna y eso desesperaba a Yoongi, haciéndolo enfadar por la falta de palabras, pero en realidad trataba de esconder la tristeza que sentía; éste pensaba en como fue posible haberse ganado la infidelidad de su ex pareja, sí, luego de esto no lo perdonaría tan fácil.

Él no lo entendía, era buen novio; siempre le daba mimos y cariño, se preocupaba por su bienestar y lo apoyaba sin importar las circunstancias, eran tan atento y siempre le dedicaba tiempo para pasarla juntos. Nunca se olvidaba de alguna fecha importante y tampoco le reclamaba nada que no fuera necesario. Obviamente tenían discusiones, las cuales resolvían al conversar amenamente y sin gritase el uno con el otro, o eso por su parte.

–Yoongi, yo... lo siento, no sé que hacía y... –rompió el silencio el pelirojo pero siendo interrumpido al instante.

–¿Estas de joda, Hoseok? "No sé que hacía", no me vengas con esa excusa. Sabías lo que estabas haciendo y si no hubiera llegado, estoy seguro que habría pasado algo más. –no, ya no se iba a recriminar el qué hizo mal, porque estaba seguro que no había hecho nada malo.

¡Jimin-ah, di meow!〔 Yoonmin 〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora