Prólogo

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Un mundo nuevo.

Una rara costumbre se recreaba dentro del juzgado a través de las máscaras sonrientes. La nobleza tenía el privilegio de juzgar a los detenidos como si se tratara de un espectáculo, jugando a ser dioses.

¿Quién será ahorcada?

— Prefiero morir a vender mi cuerpo— Se burló la joven, hija del barón Twinkle.

La otra persona sentada no muy lejos de ella, miraba el suelo esperando a que su sufrimiento acabase de una vez por todas.

Ya conocía el desenlace incluso antes de entrar y jurar ante la diosa.

— ...— No dijo nada, sus ojos estaban agotados, rojos de tanto llorar. Una imagen realmente triste para una adulta.

Si se tratara de alguien normal, tendrían lástima pero las cosas no son así.

Siguiendo la lógica, la prostituta será la que morirá esta noche.

'PUM'

Beatrice golpeó la mesa con ambas manos. Todos los presentes miraron a la pequeña que se quitó la máscara y se levantó sobre su asiento para que la observen con mucha atención.

— Esto se nos está yendo de las manos— Tenía una expresión enfadada, no podía creer lo que había escuchado hace tan solo unos segundos— . La palabra morir es demasiado fuerte para que una joven la diga tan despreocupadamente, tienes familia que te ama, amigos que te quieren.. Piensa un poco en la gente que te rodea.

Los demás nobles comenzaron a interesarse.

— Por fin un poco de acción— Susurraron varios en la lejanía.

— Quiero que te pongas en los zapatos de la que tienes al lado— Prosiguió sin apartar esa ira burbujeante— . Desde la perspectiva de un político el dinero es poder y el sexo también es poder, así que solo se trata de un intercambio de poder.

La señaló con el dedo.

Frederick no podía asimilar lo que dijo su hermana, nunca usaron ese tipo de vocabulario anteriormente, la falta de etiqueta que está mostrando ahora podría crear algún malentendido dentro de la casa Hefesto.

Por suerte, la madurez de Bea era bien conocida por todo el imperio. La niña prodigio, perspicaz e inocente.

Ella no se detuvo en su regaño, quería que la joven baronesa comprendiera lo que acababa de escupir.

— Desde la perspectiva de un niño, solo es meter un coche en el garaje; desde la perspectiva de una puta y con el perdón de la palabra, es una manera de conseguir dinero fácil— Comenzó a jadear—. Eso no es más que un oficio, ellas también son personas que tienen sueños y metas.

— Controla a tu hija duque— Advirtió el ministro del interior.

— Deja que hable— Le dijo su esposa con el ceño fruncido.

Volvieron al silencio sepulcral.

— Ellas se prostituyen porque tienen una razón, la mayoría son porque fueron echadas de sus propias familias, a lo que voy es que detrás de esos clubs y esos folletos hay chicas inseguras que son controladas por alguien más.

— Bea detente— La llamó el hermano.

— ¡No!— Lo apartó—. Las mujeres son fuertes y no voy a dejar que las menosprecies. Tu madre vendió su cuerpo porque antes de que te adoptara el barón, no tenías nada para comer, ella se sacrificó dando todo para que tu puedas vivir... ¿Y tú se lo agradeces así? Creo que la patética eres tu por respaldar a tu padre por unas míseras monedas de oro.

— ¡Silencio en la sala!— Ordenó el rey.

Esta es la historia de una renacida, la genio de la música quiere purificar el mundo de los monstruos que la habitan.

Querida y alabada por muchos pero amada por tan pocos..

¿El destino se la comerá o será él mismo quien acabe rogando?

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¡Que comience la novela de una vez!

¿Podré ser amada ésta vez?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora