CAPÍTULO 34

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Thomas ya estaba despierto cuando lo dejaron en el suelo. Inminentemente todo el mundo lo rodeó y le sometió a preguntas.

Ginna solo tenía una; ¿en qué estaban ellos metidos? Es decir ella, Thomas, Teresa, Aris y James.

Todos ellos se podían comunicar con telepatía, el hombre de su sueño les dijo que eran especiales, ¿y de qué se conocían antes de entrar en el laberinto?

Ayudaron a Thomas a levantarse y fueron a la cabaña. Cuando entraron reunieron todos los colchones y sofás para que estuvieran en círculo y así poder hablar.

- Muy bien. - Dijo Minho, señalando un sofá de florecitas rosas. - Siéntate ahí, ponte cómodo y empieza a hablar.

Thomas parecía incluso mejor que antes que le disparan, parecía totalmente descansado, con ropa nueva y limpia. Tenía mejor aspecto que la mayoría de ellos, y eso que sólo fue a él a quien dispararon.

Se sentó y esperó a que todo el mundo se quedara sentado.

Ginna se sentó al lado de Thomas en la otra esquina del sofá. Desde que el chico había llegado no paró de lanzarle miradas a Ginna, lo cual la ponía muy nerviosa.

Minho fue el último en sentarse, junto a Brenda. 

- Vale, cuéntanos tus aventuras con los extraterrestres en esa gran nave maligna. 

- ¿De verdad quieres oírlo? - Preguntó Thomas. - ¿Cuántos días nos quedan para cruzar las montañas hasta llegar al refugio seguro? 

- Cinco días, tío. Pero ya sabes que no podemos ir por ahí con este sol sin nada que nos proteja. Vas a hablar, luego dormiremos y después nos partiremos la espalda caminando toda la noche. Adelante. 

- Bien. - Respondió Thomas. - Las preguntas al final, niños. - Nadie se rio ni tan siquiera sonrió, así que tosió y se dio prisa en continuar. - Los de CRUEL fueron los que vinieron y se me llevaron. Seguí desmayándome, pero me condujeron a unos médicos que me curaron del todo. Les oí que decían algo de que se suponía que no tenía que haber pasado, que la pistola era un factor que no se esperaban. La bala me produjo una infección grave y supongo que consideraron que no había llegado mi hora.

Aquello no aclaró nada, mucha gente había muerto y nadie de CRUEL movió un dedo para salvarlo, ¿por qué lo hicieron con Thomas? ¿Porque no tenían previsto que le dispararan?

- Me limito a deciros lo que oí. - Thomas al ver que nadie hablaba continuó detallando la historia. - Dijeron que lo del disparo estimularía mi zona letal, creo que fue así como lo llamó. También dijo que yo era uno de los candidatos viables por como reacciono a sus variables, decían que tan sólo unos cuatro o cinco de nosotros éramos candidatos.

Nada tenía sentido la primera vez que lo contó, pero esta vez cuando se explicó Ginna entendió más cosas.

¿Es decir que aquellos que habían muerto no eran candidatos viables? ¿Que porque Thomas si lo era no podía morir aún?

Aquello la frustraba, pero quien parecían más frutrados eran Jorge y Brenda, que no entendían nada de lo que el chico acababa de decir.

- Bueno, eso aclara mucho las cosas. - Dijo Minho al final. - Debe de tener algo que ver con todos esos carteles sobre ti en la ciudad. 

Thomas se encogió de hombros. 

- Me alegro de que estés tan contento de verme vivo. 

- Eh, si quieres ser el líder, a mí me trae sin cuidado. Y sí que estoy contento de verte vivo. 

- No, gracias. Quédate tú el puesto. 

Minho no respondió. A Ginna no le importaba nada quien se autoploclamara líder, sólo quería saber que estaban planeando CRUEL.

- A nadie le importa quien sea el líder tíos. - Tristán dijo lo que todo el mundo pensaba.

Newt se puso de pie, frunciendo el ceño por la concentración. 

- Entonces, todos somos candidatos potenciales para algo. Y quizá el propósito de toda esta puñetera clonc por la que hemos pasado sea deshacerse de los no aptos. Pero, por alguna razón, todo el rollo de la pistola y la bala oxidada no formaba parte de las... pruebas normales. Las Variables o como se llamen. Si Thomas tiene que estirar la pata, se supone que no será de una maldita infección. 

Thomas frunció los labios y asintió. Parecía un buen resumen. 

- Lo que significa que nos están observando. - Añadió Minho. - Como en el Laberinto. ¿Alguien ha visto una cuchilla escarabajo corriendo por aquí? 

Varios chicos negaron con la cabeza. 

- ¿Qué coño es una cuchilla escarabajo? - Preguntó Jorge. 

Ginna le respondió: 

- Un pequeño lagarto mecánico que nos espiaba con unas cámaras en el Laberinto. 

Jorge puso los ojos en blanco. 

- Por supuesto. Perdona la pregunta. 

- El Laberinto, sin duda, era algún tipo de instalación cubierta. - Dijo Aris. Ginna hasta se asustó cuando el chico habló, siempre trataba de estar muy callado cuando se acercaba a ella, y desde la última vez que hablaron no le había oído hablar otra vez. - Pero ahora no estamos dentro de nada. Aunque puede que usen satélites o cámaras de largo alcance, supongo. 

Jorge se aclaró la garganta. 

- ¿Qué tiene Thomas que le hace tan especial? Primero esos carteles de la ciudad donde pone que es el auténtico líder y luego bajan hasta aquí para salvarle el culo cuando se pone malito. - Miró a Thomas. - No quiero ser mezquino, muchacho, tan sólo tengo curiosidad. ¿Qué te hace mejor que el resto de tus colegas? 

- No soy especial. - Contestó Thomas.

Por la forma en que lo dijo parecía que estaba ocultando algo, pero desconocía el qué. 

- Ya has oído lo que han dicho. Tenemos muchas formas de morir aquí fuera, pero por un tiro no era una de ellas. Creo que habrían salvado a cualquiera al que hubieran herido de bala. No se trataba de mí, fue la pistola la que lo lió todo. 

- Aun así. - Replicó Jorge con una sonrisita. - Creo que me pegaré a ti apartir de ahora. 

Empezaron unas cuantas discusiones más en la cabaña, Ginna no se unió a ella, Thomas tampoco.

El chico llevaba mirándola de una forma rara desde que llegó del iceberg.

Thomas se aclaró la garganta y habló con un tono más bajo dirigiéndose sólo a Ginna.

- Además me enteré de algo más.

- ¿De qué? - Preguntó ella.

Parecía incómodo tratando de decirle lo que sabía, ¿sería que se habría enterado del tatuaje de Ginna? ¿O de lo que tenían planeado CRUEL para ellos?

- Cuando estaba con ellos iba desmayándome y despertándome, la primera vez que me desperté no se dieron cuenta y estaban hablando de tí.

- ¿De mí? ¿Qué decían?

- Hablaron de nosotros dos. Cuando creían que no les estaba escuchando dijeron que habías hecho un buen trabajo tapándome la herida o hubiera perdido mucha sangre, pero te llamaron de otra forma, dijeron... bueno, lo que exactamente dijeron fue; "su hermana ha hecho un buen trabajo evitando que se desangrara".

Las Pruebas, Grupo CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora