Las Pruebas, Grupo C

CAPÍTULO 49

Despertó, parpadeó, se frotó los ojos y no vio nada más que un techo gris. 

Miró a su alrededor y vio que estaba en una habitación de paredes grises con una cama con mantas de color naranja, una puerta a un lado un escritorio de madera y una pizarra con unas palabras escritas. 

Sintió un instante de pánico hasta que se dio cuenta de que debía de estar soñando. Era extraño, pero sin duda se trataba de un sueño. Podía sentir su cuerpo, sentir los dedos contra su piel. Notaba cómo respiraba; se oía respirar. Sin embargo, estaba rodeada de un mundo completo y diferente. 

- Gin.

Sonó una voz, pero no era su propia voz. Era la de otra persona. Aquello era cada vez más raro porque ella se contraba sola en medio de esa habitación. ¿Podía estar hablándole mientras soñaba? 

- ¿Hola? - Dijo ella.

- ¿Estás bien? - Entonces entendió de que le estaban hablando en su cabeza. Telepáticamente. 

- ¿Thomas? ¿Eres tú? ¿O Aris?

- ¿Qué? No, no, no soy ninguno de ellos, ahora mismo no te acordarás de mí, pero no te preocupes, te sacaré de aquí como te prometí.

Sintió una punzada de confusión. 

- ¿De qué estás hablando? ¿Quién eres?

- Estás a punto de entender más Gin. Muy pronto. Sólo tienes que esperar unos días cuando todo esto acabe y vaya a por tí.

El miedo se arrastró hacia su interior, un terrible y escalofriante miedo. No entendía nada de lo que ocurría y se asustaba cada vez más.

- Respóndeme; ¿quién eres? - Le dijo Ginna intentando sonar valiente.

Hubo una pausa antes de la contestación. 

- Soy yo, Gin, soy Venn. Las cosas se van a poner muy mal para ti. Pero sólo tienes que esperar unos cuantos días más. - El chico hizo una pausa. - Me tengo que ir ya, antes de que alguien descubra que he venido a hablar contigo. Gin tu tan sólo espera y recuerda mi nombre, es muy importante. Me llamo Venn, recuerdalo, no me olvides otra vez.

Ginna gritó antes de saber lo que estaba ocurriendo. Gritó, gritó y gritó hasta que al final se despertó.