THIRTEEN

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(Leer la nota al final, porfis ❤)


Bueno, las cosas que Little Pyscho había dicho, no eran ninguna mentira.

Luego de haber asesinado al hombre, regrese al hotel, solamente que había tomado un poco del dinero de una de las camionetas.

Cuando llegué, fui recibida por un pequeño peludo, le di su comida y yo me fui a dar una ducha, me tomé mi tiempo para dejar que el agua caliente acariciara mi piel, llevándose todo lo malo por un momento.

Cuando salí me puse ropa cómoda y me fui a directamente al celular que le había sacado a Little Pyscho y me senté en la cama con YeonTan sobre mis piernas.

Decidí mandarle un mensaje, haciéndome pasar por el hombre que mi lado híbrido había destrozado.

Cuando abrí la aplicación me quedé mirando la reciente conversación que habían tenido, el mensaje de Cara Rota decía que lo invitaba a una fiesta de gala.

Me quedé un momento pensado, chasquee mis dedos una vez se una idea se pasó por mi cabeza.

Por chat:

Cara Rota, lamento decirte que no podré ir a la reunión, me encuentro muy ocupado.
En mi lugar ira mi hermana, Jennifer.

Enviado a las 4:38 am

A los minutos, recibí una respuesta de parte de él.

Cara Rota:

Es una lástima que no puedas venir, pero si viene tu hermana, estarás informado de lo que pasó aquí.

Enviado a las 4:51 am.

Trataré de ir la próxima vez.
Bueno, debo irme.

✅✅ Visto a las 4:52 am.

Revisando los mensajes anteriores, supe que la fiesta sería a las nueve de la noche en la mansión.

Me quedé un rato más despierta hasta que decidí descansar, para mañana, porque se que debería usar mis fuerzas.

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Faltaban solamente dos horas para la reunión, tenía un plan, tenía un vestido, y mi lado híbrido tenía el salvajismo. Me puse aquel vestido y salí de la habitación, no sin antes dejarle agua y comida al pequeño YeonTan.

En la entrada del hotel donde me quedaba había una limusina muy costosa esperando por mi, la limusina fue enviada nada más ni nada menos que por el dueño de la mansión a la que iba.

Buenas noches, señorita.— Saludó cordialmente el chofer a la ves que abría la puerta trasera del vehículo.

—Buenas noches, señor.— Devolví el saludo de forma seria, subiendo a la limusina, acomodándome en el asiento.

El hombre cerró la puerta y rodeo la limusina para ocupar finalmente el puesto del conductor.

El viaje aproximadamente duro cuarenta minutos. Cuando llegamos a Seoul Park me quedé asombrada viendo las hermosas y lujosas mansiones, sin duda para conseguir una de estas bellezas tendría que vender más que sólo un riñón.

~• La Leona •~ (Primera Temporada) -COMPLETA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora