~• La Leona •~ (Primera Temporada) -COMPLETA-

TWENTY-SEVEN

Los híbridos se dirigieron hacia el lugar acordado anteriormente, debido a que no tenían vehículo, caminaron tres kilómetros hacia el Oeste.

Antes de llegar a su destino tuvieron que atravesar el barrio que se encontraba ahí. Las luces interiores de las casas estaban apagadas, a excepción de las que estaban afuera iluminando encima de sus puertas.

Una vez llegaron a la colina tuvieron una vista perfecta de la ciudad, T/N tomo el radio en sus manos y se acercó hasta quedar a unos cuantos pasos de la orilla. Sus ojos observaron la ciudad detenidamente, una sonrisa brillante se asomó por sus labios cuando cierto pelinegro de ojos negros y redondos, con dientes de conejito se proyecto en su mente.
Sin duda, Jeon JungKook tenía su corazón en sus manos.

—Es hora de hacerlo, gatitos.— Avisó Félix rodando los ojos cuando los otros híbridos le gruñeron en molestia.

—Hay que hacerlo.— Jackson tomó la radio que le extendió T/N y apretó el botón que estaba aún lado que indicaba que se podía hablar. —¿Me escuchan?— Pregunto con voz grave hacia la radio para soltar el botón.

Pasaron unos minutos que para los híbridos fueron eternos, hasta que la estática se dejó de escuchar.

—¿Quien es?— Una voz masculina del otro lado, el híbrido de tigre miro a sus compañeros y estos asintieron.

—De seguro tu jefa me conocerá.— T/N y Félix comenzaron a mirar a su alrededor por si algo pasaba.

—¿Quien eres?— El tono de voz de la otra persona ya empezaba a sonar algo molesta para los oídos del tigre, y eso que solo fueron pocas palabras.

—Pasame con Estevuart.— Del otro lado de la línea se escucho un chasquido de lengua y luego no se escucho.

—Félix, ve hacia el camino que va hacia el pueblo para ver si hay movimientos raros. T/N tu quedate aquí.— Los híbridos acataron las órdenes del chico, Félix se perdió en la oscuridad y T/N se puso cerca de la orilla de la colina y fijo su mirada hacia abajo.

—¿Quien?— Se escucho una voz femenina de la radio y miro a T/N quien lo miro. Jackson le tendió la radio a la chica y el se dirigió a donde está estaba anteriormente vigilando.

—¿Estas en tu madriguera, Estevuart?— La mujer del otro lado al escuchar aquella voz tuvo un leve estremecimiento por su cuerpo y activo el rastreador para ver la ubicación en su celular.

—Una madriguera es la que debes estar tú, Johnson.— T/N hizo una seña a Jackson para que se mantuviera alerta.

—¿Cuando nos veremos, Margaret? Muero de ganas de invitarte un café y "charlar".— La nombrada río con el mismo tono sarcástico de que T/N uso.

—¿Pues nos vemos hoy si quieres?— Félix vino corriendo diciendo que se acercaban unas camionetas negras hacia aquí.

—Lamentablemente, tendrás que esperar.— Cuando visualizaron las luces de las camionetas, dejaron la radio sobre una piedra y se transformaron, para luego bajar corriendo la colina y perdiéndose en la oscuridad.

Estevuart bajo de la camioneta a toda velocidad y tomó el radio entre sus manos con furia al saber que había caído en la trampa de T/N.

Mientras tanto los tres felinos ya estaban de vuelta en la ciudad, caminaron por el una de las calles principales de Seoul.

Jackson dijo que deberían mudarse, porque ya encontraron la zona en la que estaban y por más de que Estevuart no supiera realmente donde estaban, sabía que estaban en el río Han.
Los otros híbridos estuvieron de acuerdo con Jackson en esa decisión, y se comprometieron en buscar una casa grande para que todos vivieran juntos.