FOURTY-SIX

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Estaba en un lugar extraño, completamente de color blanco, no sabía si era un habitación o algo así. Algo me dio un leve empujón desde la espalda, voltee y observé a mi león negro, acaricie bajo su hocico recibiendo un bajo ronroneo.

Volví mi vista a aquel lugar decidí caminar para ver alguna salida o algo que me ayudara a saber dónde estaba.

—¿Hola?— Mi voz sonó fuerte y en eco. —¿Hay alguien aquí?— Solté un suspiro al no recibir respuesta.

—T/N ¿Que haces aquí?— Un jadeo asustado salió de mi al escuchar esa voz, de igual manera se asusto mi león, dio un salto hacia atrás.

—¿Abuela Han?— Su voz me era conocida, pero no podía asegurarme de que era mi abuela, la silueta era borrosa debido a la distancia.

—Si soy yo, cariño ¿Que se supone que haces aquí?— La silueta se acercó a mí corriendo tomándome de los abrazos al llegar a mi. La observé con atención y definitivamente era ella.

—La pregunta es, ¿como supiste que estaba aquí?— Si era un sueño es demasiado real.

—Ayudo a las almas a que lleguen a la paz y fue que te vi.— Suspire con resignación.

—Ni yo se lo que hago aquí, se supone que...— Detuve mis palabras al recordar todo. —Estuve en una pelea, contra una mujer..—

—Margaret Estevuart.— Mis ojos se agrandaron y observé a mi león, este estaba mirando con curiosidad a mi abuela.

—¿Como...— Su mano se levantó en señal de que callará y puso expresión seria.

—Ven conmigo..— Volteo mostrando su espalda y nosotros la seguimos.

Llegamos a una especie de puerta, yo observaba a mi abuela y luego volvía a la madera, estaba muy confundida.
Mi abuela Han tomó mi mano y me arrastró al interior de la puerta, el león gruñó y corrió detrás de mí, la puerta se cerró.

Estaba frente a la casa de campo, los recuerdos del porque estaba allí rápidamente quemaron mis neuronas, un bullicio se escucho detrás nuestra. Al voltear, lágrimas caían de mis ojos.

JungKook se había lanzado sobre la bestia derribándola, se podía sentir el enojo, la tristeza, la ira, la negatividad. Sus amigos híbridos se unieron a la batalla, todos intentando que ese león cayera al suelo.

¿Esa no eres tú, hija?— Aleje mis ojos de la escena frente a mi y la dirigí hacia donde apuntaba su dedo índice.

Me estaba viendo a mi misma, solamente que estaba muy herida y manchada de sangre, los tres nos acercamos y arrodillados ante mi cuerpo.
Más lágrimas caían de mis ojos y mi abuela me miro con preocupación.

—¿Que pasa?— Sentí su mano en mi hombro, entonces mi llanto se intensificó.

—Es sólo que... Rompí una promesa, no una, sino muchas...— Cuando miro los ojos de mi abuela, se podía ver tristeza. —Prometí que lucharía para poder estar en paz, para ya no escapar, para que ya no haya peligro. Prometí un futuro próspero y sin preocupaciones, con preocupaciones me refiero a no tener a una persona que te esté apuntando a la cabeza con arma..... Prometí....— Respire profundo. —Prometí una tener una familia con mi pareja..— Agache la mirada hacia mi cuerpo humano en el suelo.

—Es hora de que te diga la verdad...— Suspiro con resignación y trago seco. —No fue la luna la que te concedió ser híbrido... fue hereditario de mi...— Sentí que mi alrededor estaba todo en  cámara lenta.

~• La Leona •~ (Primera Temporada) -COMPLETA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora