Maldita Contradicción.

capítulo 25

Joseph.

Mis manos tomaron su rostro detallando cada detalle de ella, cada rasgo lo dejé gravado en mi cabeza. Alondra es hermosa, tan hermosa que cautiva con su belleza, esos ojos azules como el cielo te dejan idiotizado pero ella, está castaña testaruda es mucho mas que solo belleza. 
Nunca e conocido a nadie como ella y es por eso en este justo momento que me cuestionó si realmente vale la pena aquella apuesta. 

Enamorarla, acostarme con ella y luego dejarla. Por un dinero que no necesitó y una reputación que.. no me hace mejor persona. 

《Ahora te vas a hechar atras》 

No, no lo hago. 

Uno mis labios a los suyos en un beso lento y tierno porqué eso es lo que quieren las chicas aunque alondra me ha demostrado que no es como las demas. 
Dejar mi apuesta a un lado no es una opción llevaré esto hasta el final porqué a mi no hay nadie que me resista y la prueba de ello esta aqui en mis brazos.

Alondra intensifica el beso pero lo extraño es que no siento una jodida mierda. 
¿que rayos pasa conmigo? 
Le devuelvo el beso con mas intensidad esta vez y el beso se vuelve una batalla por ver quien besa mejor, mi cuerpo comienza a reaccionar a sus besos y mis manos toman vida propia acaricio su rostro, lentamente bajo mis manos hasta sus piernas y las acaricio con suaves toques hasta que sus manos me Detienen. 

—Joseph basta - quita mis manos de sus piernas y se levanta de la cama, peina su cabello y luego niega

—esto no esta bien. 

—¿porqué Alondra? - se porque carajos no esta bien pero sus motivos son muy diferentes a los mios.

—la razón es obvia no Joseph- su voz suena molesta y sus ojos estan llenos de rabias.

—lo único que quieres es llevarme a la cama y luego me votaras. 

—no, Alondra claro que no - y hasta parece que lo digo de verdad pero todos sabemos que eso es justo lo que quiero.

—contigo no quiero solo sexo. 

—¿y quieres que te crea? - se rie con sequedad.

—no te creo Joseph. Ya debo irme. - sale de la habitación corriendo y decido no seguirla y darle tiempo a pensar.
Cuándo siento la puerta de abajo cerrarse de un portaso, sonrio, lo estoy logrando en menos tiempo del que pense. 
Alondra Schajris sera mia y dejare claro que a Joseph nada le queda imposible . 
**** 
JOEL .
detengo la moto fuera de la casa de Joseph y veo alondra salir a toda velocidad con una sonrisa de satisfacción en su rostro, cuando sus ojos se encuentran con los mios su sonrisa muere y cierra los ojos como si se estuviera debatiendo algo.

No soy estupido se que algo paso entre Joseph y ella. Alondra me confunde un dia parece una chica diferente una chica sincera , leal y otras veces parece una chica que solo le importa divertirse y engañar.

Joseph no es un santo y esta claro que se acercó a ella por la apuesta pero ella ¿que jodida razón tiene? Le gusta jugar al parecer, quiere jugar con Joseph conmigo y también con marcos.

Al abrir sus ojos veo la decisión en ella y camina hacia mi , no me da tiempo a preguntar nada, solo se lanza a mis labios y joder... yo no la apartó porqué a pesar de todo esta chica me encanta.

La devoró con mis besos, con rabia muerto de celos por estar con mi mejor amigo por jugar con nosotros. Pero no la apartó cuando comienza acariciar mi torso, cuando de forma desesperada jala mi cabello y se aparta de mi sus ojos arden llenos de pasión y algo mas que no se descifrar.

—Sacame de aquí - no lo pienso dos veces y me subo a la moto de nuevo. Ella sube tras de mi y enciendo la moto logro ver a Joseph en la ventana con el ceño fruncido y la rabia destellando de sus ojos.

Arranco a toda velocidad ya luego arreglare con el.

Detengo la moto fuera del club norte, bajo de la moto y miro Alondra.
—¿donde estamos? - pregunta con curiosidad.

—ya lo veras - estiro mi mano hacía ella y no lo duda la toma de inmediato y me sonrie.

—no hay otro lugar donde quiera estar que aqui contigo - y esa aclaración me hace sonreir, porque se que es verdad.

—ni yo - la jalo conmigo y la llevo hasta la pared —bien ojiazul a escalar - eleva sus cejas y luego se rie.

—¿nos vamos a colar?

—claro si no que gracia - ella se rie con mas fuerza pero afirma la ayudó a subir y sin pensarlo se tira escucho su maldición y me río.

La imitó pero a diferencia de ella no me tiró si no que camino por la pared ante su atenta mirada.

—¿que hacias en la casa de Joseph? - su rostro se torna serio..

—no es de tu incumbencia Joel - me rio con amargura.

—yo creo que si Alondra. - hace una mueca —¿a qué estas jugando?

—no juego a nada- me responde con molestia —y en todo caso yo a ti no te debo explicaciones es mi vida y yo hago con ella lo que se me da la gana - afirmó con la cabeza.

—estas jugando con fuego Alondra.

—es mi decisión si decido quemarme - la observo con atención y me tiro de la pared para quedar frente a ella.

—no vas a jugar conmigo Alondra , dime a que juegas.
—¿o que joel? - me reta.

—o no me veras nunca mas en tu vida - aprieta sus manos con fuerza.

—te crees con el derecho de juzgarme por el simple hecho de estar con Joseph y contigo a la vez, eso me hace una perra no es asi, pero.... - su revelación me deja mudo y con una cosa clara.
Alondra es una maldita contradicción.