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La gracia en los deportes mantenía a Chicago con vida. Tanto por la cultura como por simple liberamiento y el baloncesto no era la excepción. Todos seguían este deporte tradicionalmente y solían mantenerse en un buen estatus como para colocarse en los primeros lugares; Louis no se mantenía alejado, de hecho, provenía de una familia que seguía el afán del baloncesto, tanto que su primo, Seth, se había dedicado toda su vida a ser entrenador.
Tanta tensión y agotamiento en la vida de Hallie le había hecho creer a Louis que al igual que ella, como él y los demás necesitaban por lo menos una distracción. Fuera del miedo, completamente alejados del estrés que Grey había ocasionado.
Seth sabia casi en su totalidad lo que Louis había estado pasando y como surgió el disparo en uno de sus brazos. Ninguno quería revelar las cosas. Eran tan difíciles de contar pero tan fáciles para pensar que se mantenían a flote a cada minuto que transcurría, y explicar no era fácil, que temían por la reacción de sus familiares y perder su cercanía por ser tan impertinentes.
Una mañana, Seth llamó, explicando a Louis que podía mantener el estadio solo para ellos y para los demás que lo acompañaban. Claro que no se iba a negar, de echo casi estalló en una inmensa emoción que le hizo saltar de alegría. La reacción de Hallie fue la misma, ella estaba consciente que Seth tenía toda la razón al intentar distraerlos de una realidad tan cruel.
Zander se había resistido en un momento pero la insistencia ya era demasiada y tuvo que ceder casi a la fuerza por pocos de los berrinches de Hallie.
El pabellón sí que era bastante impresionante. Y tenía que serlo. Después de todo, United Center era hogar de Chicago Bulls de la NBA poco después de sustituir al viejo Chicago Stadium años atrás.
Todos habían programado encontrarse en la estatua del famoso Michael Jordan. Hallie nunca había estado ahí y siquiera conocía ese lugar. Jay se había ofrecido trasladarla y ella no se negó, podía perderse en una ciudad tan grande. Aunque, para ser concretos, el exterior de United center estaba a la gran vista.
Ya en el pabellón decidieron entrar, Seth se mantenía al frente para dirigirlos a todos, después de todo, él estaba a cargo y todos debían seguir las reglas que él imponía,
Hallie solo se dejó llevar por la emoción cuando sus expectativas fueron aún más allá de todo. Era lo suficientemente amplio y no imaginaba un lugar así para los grandes equipos del deporte como la NBA.
Sus pequeños pasos eran casi nulos que parecía que no avanzaban. Era una sensación tan increíble y el pabellón ya estaba llena de abucheos.
La impulsividad ya era algo notable en Zander, se había tomado la libertad de correr a la mitad de la cancha de Basquetbol para gritar a todo pulmón. Después de eso noto a Louis haciendo lo mismo y luego ya estaban todos en el mismo sitio formando un eco en el estadio.
—Creo que hacer esto me libera demasiado— dijo Hallie tomando aire para continuar gritando como los demás.
Y ya habían entrado en una gran fase de adrenalina, casi la misma euforia que una fiesta de rock o los juegos de cartas en instalaciones escolares.
—Casi como jugar "uno", ¿no lo crees?— agrego Jay entre risillas hacia Hallie quien mantenía una gran sonrisa.
—Es la misma adrenalina, de hecho. Pero no hay ninguna culpa si gritas en un lugar solitario.
—Al menos nadie se enoja, ¿cierto?
Los dos rieron al unísono y continuaron llenándose de euforia. Gritaban tanto que sus voces comenzaban a desgastare.
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Ephimeral©
SonstigesGrey Geckham estaba de nuevo ahí, como Hallie temía, como ella debía suponer. Ésta vez, Grey tenia un mejor plan, y no se trataba de venganza, se trataba de algo mas, algo que seguiría aterrorizando la suerte de cualquier individuo. Aquel que no cor...