Ando por la oscura carretera bajo la luna llena y un aullido tras de mí me paraliza en seco. Algo gruñe con una ferocidad aterradora haciéndome temblar de pavor.
Intento correr pero mis piernas no se mueven, el cuerpo me duele de pronto y cuando bajo la mirada estoy llena de sangre.
Detrás de mí el animal sigue gruñendo cada vez más cerca y cuando me giro un espectro tenebroso me sujeta con fuerza de los brazos.
"Desde aquí. Tírala."Me despierto asustada y con el corazón encogido.
-Tranquila, cielo. -Me giro de golpe y veo sus ojos brillantes mirándome en la oscuridad.
Me apoyo en un codo y le miro, está aquí, está bien. Suspiro con tanto alivio que el cuerpo se me desploma sobre el suyo agotado.
Está aquí. Está aquí, y doy mil gracias por eso.-Te he echado mucho de menos, pajarillo -susurra acariciándome el pelo.
-Yo también. -Cojo su mano y le beso el interior pero me detengo cuando siento que toco algo con mis dedos en sus nudillos. Heridas. Le miro y retira la mano con suavidad -. Estás herido. -Me yergo de golpe y enciendo la luz con el corazón en la boca.
Su torso desnudo es lo primero que veo pero no me detengo en pensarlo mucho y le miro las manos. Los nudillos llenos de heridas apostilladas de sangre. Le acaricio con el pulgar sintiendo como me lleno de rabia.
Miro su torso buscando más signos de violencia, pero no tiene nada más.-Estoy bien, cielo -dice con firmeza pero con cariño, yo le miro llena de emoción y le abrazo con fuerza suspirando de alegría al saberle aquí conmigo. Nos tumba en la cama y sube la mano por mi muslo llevándose consigo mi camisón de seda negro -. Necesito estar dentro de ti. -dice contenido apretándome el culo contra su enorme y dura erección.
Me abre las piernas con su rodilla y gime hundiéndose lentamente en mí, clavándose muy profundo.-Mi pajarillo... -susurra y me hace el amor.
Una fuerte sacudida me saca de mi placentero sueño y Hela ladra. Despierto boqueando y descubro que no es una de mis pesadillas, es Christian.
Gime revolviéndose entre las sábanas y grita.- ¡Hijo de puta! -grita.
-Christian -le toco y él bracea conmigo dándome un empujón y Hela se le abalanza-. ¡Hela no! -grito empujándola a un lado despertando a Christian de golpe y me abrazo a él con todas mis fuerzas.
-Ana...-susurra con la voz ahogada.
-Ya está, cariño. Estás en casa -le digo en el oído y le beso debajo de la oreja y el cuello -. Estás conmigo.
Suspira abrazándome entre temblores y el corazón se me hace un nudo tan estrecho que casi consigue ahogarme. Sé lo que es despertarse así: abrumado por recuerdos.-Ana...-vuelve a repetir mi nombre como un mantra -. Ana, eres lo único que me importa en la vida.
-Estoy aquí para ti.
Me abraza con fuerza subiéndome encima de él y me besa con fuerza y desespero haciéndome notar su excitación. Me restriego contra él y ambos gemimos, pero él me detiene.-Aún no estás lista -jadea.
-Lo estoy para ti.
-Te dolerá... -dice contenido apretándome las caderas.
Curvo la mano en su nuca y le pego a mi boca.-Me gusta que me duela -susurro en sus labios y él ruge como un animal y empuja con todas sus fuerzas haciéndome saltar.
Grito mordiéndole el labio y le araño la espalda mientras entra y sale de mí con fuertes empellones, no tardo mucho en venirme.
Es una máquina, una bestia en potencia. Un titán.
Me corro una vez más repitiendo su nombre sin aliento y otra vez en su boca.-Por Dios, Christian, para -jadeo dolorida.
-Jamás -gruñe.
Me coge de las caderas clavándome los dedos y me da la vuelta poniéndome a cuatro patas y me embiste con fuerza impulsando mi orgasmo de nuevo cada vez más y más alto.
¡Por todos los Santos!

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Loba roja
FanfictionTras el atentado de Ana, la desconfianza y el miedo han vuelto a nacer en su interior. Los secretos de Christian han sido revelados como un seísmo acabando con todas sus ilusiones. ¿Podrá recuperar de nuevo la confianza en Christian? ¿Podrá Christia...