🌤️ TRECE (final) 🌤️

286 49 46
                                    

La época de lluvias era algo que emocionaba demasiado a Donghyuck, el hecho de poder sacar sus botas de goma y su impermeable para salir a saltar sobre los charcos de agua y hacer enojar a Taeil por su comportamiento infantil era algo que cada año le llenaba de emoción, pero justo ahora, en aquel tiempo tan deseado, Donghyuck observaba la lluvia tras la ventana de su habitación, demasiado tranquilo y callado.

Habían pasado cinco meses desde la última vez que vio a Mark o a Sicheng y habían sido cinco meses desde la última vez que se sintió completamente feliz, pero tras pasar tanto tiempo de regreso en casa, no tuvo más opción que aceptar la realidad y hacerse cargo de su propia vida, esa que tanto le había gustado siempre, pero que ahora se sentía como lo más aburrido del mundo.

Salió de la habitación tras escuchar los gritos de Taeil para que bajase a comer con los demás. Entró a la cocina y allí encontró a la mayoría de sus hermanos ya sentados o ayudando al mayor con lo que comerían aquella tarde. Donghyuck contó la cabeza de cada hombre en el lugar, contando uno menos de los que eran en total.

— ¿Y Yuta? — preguntó el menor.

— En su laboratorio, sabes que no ha salido de allí en mucho tiempo — respondió Jaehyun dejando un plato de arroz en el medio de la mesa.

— Pero la última vez dijo que estaba a punto de lograrlo — dijo sentándose de mala gana y su hermano mayor se encogió de hombros —. Eso ya fue hace un mes.

— Dale tiempo, Hyuck, sabemos que él está haciendo mucho más que una simple medicina —dijo Taeil sonriéndole para que el menor se tranquilizara un poco.

Los humores que Donghyuck tenía que soportar en él mismo le resultaban incluso un poco difíciles, no entendía porqué se sentía tan molesto la mayor parte del tiempo, con tan pocas ganas de hacer lo que sea y siempre en silencio desde que habían regresado.
Las primeras semanas fueron duras y aunque sus hermanos no lo dejaron solo en ningún momento, seguía sintiendo que algo le hacía falta, era esa sensación como si hubiera olvidado algo esencial para él, pero tampoco era como que pudiera hacer algo al respecto.

Los Moon comían con tranquilidad, hablando de vez en cuando y agradeciendo por la comida que tenían oportunidad de estar devorando.

Todos estaban demasiado preocupados por Yuta, pero tenían que aceptar que así era la manera en que el chico de cabellos rubios estaba acostumbrado a trabajar, sin compañía o distracciones que le atrasaran el camino y su desempeño.
Pero bueno, también era comprensible, en las veces anteriores no había tenido que lidiar con una tristeza tan profunda como la que estaba experimentando en ese momento.

El procedimiento que ese hermano mayor había comenzado terminó siendo aún más difícil y largo de lo que esperaba, pero no le importaba mucho, mientras más le tomara tiempo, más tendría la oportunidad de mantenerse ocupado y no ponerse a pensar en Sicheng... Aunque bueno, eso lo hacía en cada momento libre que tenía, no podía evitarlo.

El día transcurrió como cualquier tarde cualquiera; dos hermanos al tanto de la recepción del laboratorio, algunos otros atendiendo el jardín y los huertos y los sobrantes, como Donghyuck, perdiendo el tiempo por allí.
Cuando el sol terminó de caer, los siete hermanos se reunieron en la sala como cada noche y es que aquello lo hacían simplemente para pasar el rato, tomar algo para después poder irse a dormir y descansar para repetir al día siguiente las mismas actividades de siempre.

Y ahora Taeil, varias horas después de que se recostó en su cama para dormir, sintió que alguien le hablaba despacio, pidiéndole que despertara y le escuchara. En su mente Donghyuck apareció, pensando que quizá no podía dormir y ahora quería molestarlo a él, pero cuando abrió los ojos y enfocó el rostro de Yuta, se sentó rápidamente en el colchón un poco preocupado.

Piso Catorce. ((yuwin))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora