Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 1130.
15.- Real
+ Privación sensorialNo sabía muy bien cómo había ocurrido, pero lo besos en la barriga habían acabado con ella desnuda y estirada en el sofá disfrutando de una sesión de caricias.
Penny suspiró contra su cuello, las manos de Jagged se movían por su piel llenas de curiosidad, incendiándola a su paso. Habían fantaseado muchas veces con cómo serían sus caricias y en las sensaciones que le despertarían, pero aquello era mejor que cualquier fantasía, incluso mejores que las que le había dado en la bañera.
—Jagged...
Se le erizó el vello de la nuca al oírla pronunciar su nombre entrecortado por un leve jadeo. No era uno de esos sueños de sus noches solitarias, era real y sonaba tan hermoso que no quería dejar de oírlo jamás.
Le sujetó ambas muñecas por encima de la cabeza, quería concentrarse en ella, sólo en lo que podía provocarle y en cómo reaccionaba a ello.
—Puedes pararme cuando quieras —susurró, no quería que se sintiera incómoda o violentada por tener las muñecas atrapadas.
Ella asintió con los ojos brillantes y los labios entreabiertos.
Jadeó cuando le mordió el cuello con suavidad, arqueó la espalda y la larga cadena con el colgante de estrella azul se deslizó por su pecho hasta caer en el sofá atrapada en su cuello. Era la primera vez que se la veía puesta, se preguntó si significaba que se había decidido por corresponder abiertamente a sus sentimientos o simplemente lo había hecho para complacerle.
Dibujó un sinuoso camino de besos desde su cuello hasta su ombligo, redibujándolo para escalar hasta sus pechos y prestarles la debida atención. Los besó, acarició y lamió, delineó su forma con fascinación. Siempre había sabido que tenía un cuerpo bonito, con una musculatura trabajada y cuidada, pero comprobarlo al verla sin su ropa le parecía mágico.
Observó su rostro con las mejillas encendidas, mordiéndose el labio inferior enrojecido, el placer dominando su expresión. Tan bonita que parecía una obra de arte.
Movió la mano, deslizándola por su muslo deteniéndose en su ingle esperando alguna señal para detenerse, Penny movió la cadera invitándole a seguir.
Soltó un leve gemido cuando resiguió su ingle tentándola con la promesa de más.
—Jagged...
Le sonó aún mejor que el anterior, excitándole, haciendo que la desease aún más de lo que ya lo hacía.
Tanteó la humedad de su cuerpo con la yema de los dedos, rozándola, haciéndola suspirar y repetir su nombre, una vez más, extasiada.
Se dio cuenta de que no podía cambiar de posición sin liberar sus muñecas, que tendría que valerse de su mano para complacerla si quería que aquel juego no se acabase.
La acarició con movimientos suaves y rítmicos, se removió bajo él soltando un gemido. Susurró su nombre pidiendo más que simples besos y caricias. Enterró los dedos en ella arrastrándola más allá de lo que lo había hecho en la bañera. El leve vaivén de cadera, que su peso le permitía, acompañaba a sus movimientos, acelerando suavemente al ritmo de su respiración. La sintió estremecerse bajo él, deseó ir mucho más allá, poder hacerle el amor en aquel sofá durante horas, pero no era el momento.
Soltó sus muñecas, sus brazos se enredaron tras su nuca de manera automática abrazándole con fuerza. Jadeando y buscando sus labios para besarle. Le fascinaba aquella mujer, desde su forma de respirar a como se le sonrojaban las mejillas y pronunciaba su nombre.
Enredó los dedos en su pelo atrapada en aquel beso intenso y ansioso. Estaba en el mismo punto que ella, deseando más, con la diferencia de que él parecía no querer ir más allá por el momento, fiel al plan de conocerse poco a poco y sin presiones. Sin embargo, Penny no estaba segura de ser capaz de mantener aquel ritmo pausado, sobreviviendo a base de besos y caricias.
Sonrió contra sus labios, no tenía suficiente fuerza para inmovilizarle, pero había otro modo de devolverle la jugada. Deslizó los dedos por su espalda y rompió el contacto con él al ponerse en pie.
—¿Confías en mí?
Era una pregunta un poco absurda porque, si algo era obvio en el mundo, era que tenía una confianza ciega en ella.
—Sí.
—Cierra los ojos.
Jagged obedeció atento a los sonidos, el roce de una tela llamó su atención, no pudo evitar preguntarse qué estaba haciendo hasta que sintió el tacto de la tela sobre sus ojos y como sus dedos la anudaban cegándolo. Supuso que era la camiseta que le había quitado antes.
—¿Qué haces?
—Jugar un poco —contestó ella divertida.
Y vengarse otro poco por haberla mantenido inmovilizada, impidiendo que le tocase o buscase más que unas caricias subidas de tono.
Penny se apartó para mirarle, sentado y desubicado, indefenso en cierto sentido.
Le besó, tirando de su camiseta para quitársela. Si alguien le hubiese dicho que le tendría alguna vez a su merced le habría dicho que era idiota y que era imposible, pero ahí lo tenía pendiente de su próximo movimiento sin poder ver nada. Paseó los labios por su cuello y continuó por su clavícula, robándole un suspiro trémulo.
Quería devolverle el favor, hacerle tocar el cielo con los dedos, hacer que la desease y, con un poco de suerte, arrastrarle al mismo punto de necesidad en el que se encontraba ella.
Le desabrochó los pantalones y tiró de ellos para quitárselos, los calzoncillos de superhéroes se asomaron con sus colorines y tuvo que tragarse las ganas de reír, si alguien se enterase de que el tipo duro del rock'n'roll llevaba unos calzoncillos de superhéroes su imagen se iría al garete.
Retomó la labor de besar cada milímetro de él entrecortándole la respiración, se sintió poderosa por ello.
—Penny... —susurró su nombre acariciando su pelo.
Se escurrió de entre sus dedos para continuar bajando hasta llegar a aquellos calzoncillos horrendos. Tiró de su cinturilla, su erección la saludó con un contoneo, la acarició y besó robándole un gemido ronco.
Arrodillada entre sus piernas se deshizo de los calzoncillos, lanzándolos bien lejos, y se concentró en lo que tenía delante. Lo introdujo en su boca dispuesta a darle el mejor sexo oral de su vida. Sus jadeos augmentaron de ritmo rápidamente, al parecer él estaba igual de necesitado que ella. Gimió su nombre enredando los dedos en su cabello, a punto de acabar mucho más pronto de lo normal.
—Penny, por Dios —jadeó, se deshizo de la camiseta que le había impedido ver nada dejándola caer sobre el sofá y la miró.
—¿Qué? —preguntó limpiándose los labios con el dorso de la mano.
—Eso ha sido lo más rock'n'roll de mi vida.
—Se me dan mejor otras cosas —declaró y por el modo en que la miró supo que él tampoco iba a aguantar el jugueteo medio inocente durante mucho tiempo más.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Primera mezcla de prompts, el del fictober siempre será el título y el del kinktober lo veréis como subtítulo.
Mañana más.
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¿Y si te quiero? Fictober 2020
FanfictionPenny Rolling nunca se había imaginado que pudiera acabar enamorándose de alguien como Jagged Stone: despistado, infantil y con la cabeza llena de acordes. Pero había ocurrido y le tocaba sobrellevarlo intentando que no se enterase. Sin embargo, cua...