23.- Pintalabios

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 884.

23.- Pintalabios

Se la encontró sentada en el arena con sus ojos castaños clavados en el oleaje, se acercó despacio hasta ella y se sentó a su lado. Penny sonrió sin desviar la mirada hacia a él.

—Lo siento, no esperaba que se presentase aquí.

—No importa —susurró, sus mechones púrpura se mecían con la brisa como si fuesen pequeñas llamas—. Me cae bien.

—Pero te ha hecho sentir incómoda.

Penny asintió despacio.

—No ha sido el que venga a verte, si no que hayáis estado hablando de mí —musitó con un suspiro—. No sabía que hablaseis de mí.

—Penny, es mi madre. Me conoce, no necesita que le diga que te quiero para saberlo.

»Tú le gustas, es la primera vez que no protesta por la mujer en la que me he fijado —declaró perdiendo la vista en el oleaje como ella—. Lleva diciéndome que me case contigo desde el día en que te conoció. Si fuese algo que dependiese exclusivamente de mí, estaríamos casados desde hace tiempo.

Penny rió con suavidad.

—Muy de la edad media.

—Suerte que ya no estamos en la edad media, ¿eh?

—¿De verdad has pensado tanto en nosotros?

El corazón le brincó en el pecho, Penny había dicho "nosotros" dándole una dimensión real y más profunda a aquella relación.

—Sí. No sé tú, pero yo voy muy en serio contigo.

—La verdad es que me da mucho miedo pensar en nosotros —confesó abrazándose las rodillas—. Aunque admito que he fantaseado un poco con ello.

—¿Por qué?

—Porque no quiero perderte.

—Y por el trabajo —murmuró, no era una pregunta, Penny asintió.

—También. Me encanta trabajar contigo.

—Ya te lo he dicho, pero vas a seguir siendo mi mánager pase lo que pase. No quiero a otra persona hurgando en mi vida —declaró acariciando su brazo con ternura—. Sé que tú no vas a venderme, confío en ti.

—Y si decidiera que quiero estar contigo y después no sale bien, por el motivo que sea, ¿qué pasaría entonces? ¿Seguirías confiando en mí?

Jagged suspiró, él prefería pensar que iba a salir bien, porque si trabajaban tan bien bajo presión aquello tenía que funcionar.

—No puedo garantizarte que funcione, aunque creo firmemente que lo haría, pero seguiría queriendo que fueras mi mánager.

—Ojalá pudiera ser tan optimista como tú.

—Ojalá consiguiera que dejases de tener miedo —replicó él logrando que le mirase y sonriera.

—Creo que con eso estás haciendo un buen trabajo.

—En ese caso quiero un premio por hacerlo bien.

—Me encantaría dártelo, pero tienes una invitada en casa.

Jagged se acercó a su oído para poder susurrarle, aunque no había nadie cerca para poder oírles.

—Sólo ha venido a cotillear qué hacía, se irá después de comer.

—No puedes echarla —protestó con un leve escalofrío recorriéndola por su aliento en el oído.

—Lo ha dicho ella, no quiero que me dé con el zapato en la cabeza, lleva tacón.

Penny se rió sabiendo que podía pasar porque ya lo había visto antes. Seguía tratándolo como a un niño que necesita atención y regañinas, desde que la conocía que se preguntaba si algún día asumiría que su hijo era un adulto y podía arreglárselas solo por el mundo.

—Volvamos a casa, Penny, o acabará movilizando a la gendarmería para que te encuentren.

Se puso en pie y le tendió la mano para ayudarla a levantarse, ella se la tomó con fuerza y seguridad, permitiéndole alzarla como si fuese ligera como una pluma.

La llevó de regreso a la casa, la sensación era diferente. Normalmente antes de cruzar la puerta empezaban los besos y, al cerrarla, lo hacían las caricias. Pero no en esa vez, Jagged metió la llave en la cerradura y abrió liberando el olor de comida que flotaba en el ambiente.

Amanda Stone estaba en la cocina y tenía una de las camisetas de Jagged entre las manos, les sonrió al verles como si estuviese increíblemente feliz de tener aquella prenda de ropa sucia en su poder.

—Veo que has logrado encontrarla.

—Estaba en la playa.

—Bien hecho, Penny —declaró la mujer provocándole la sensación de que no lo decía por haber ido a la playa—. Has tomado una buena decisión.

—Madre, sólo es una playa.

—¿Y disfrutar de un poco de relax no te parece una buena decisión?

Penny era lo suficientemente perspicaz como para captar que, el modo en el que había pronunciado la palabra "relax", no se refería, definitivamente, a la playa.

—Para eso están las vacaciones —farfulló Jagged.

Penny miró atenta como la mujer jugueteaba con la camiseta exponiendo una mancha en el cuello, reconoció el tono de su pintalabios. Contuvo el pánico, tal vez podría hacerle creer que era algo accidental, pero el punto en el que se encontraba hacía que fuera complicado que un choque fortuito la hubiese dejado.

—Relajarse y pasárselo bien, el mejor plan para unas vacaciones —soltó la mujer guiñándole un ojo.

No podría fingir. Esa mujer lo sabía todo.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Este es el capítulo más corto, con el cambio de la historia de Penny, el prompt no me daba para mucho.
Mañana más.

¿Y si te quiero? Fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora