22.- Confianza

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1024.

22.- Confianza

El secreto de Penny había logrado que la confianza entre ellos creciese. Había afectado ligeramente su modo de relacionarse, pero, al final, Penny había conseguido que aquel fantasma dejase de entrometerse entre ellos.

Desnudos en el sofá, compartiendo besos perezosos y caricias suaves. Toda la intimidad que estaban compartiendo aquellos días se perdería al volver a París, fuera cual fuese la decisión que tomase, en la ciudad les esperaban giras, entrevistas, conciertos y Bob.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Sí —susurró besando su cuello, los dedos fuertemente entrelazados con los de ella.

—¿Qué pasaría si algún día descubrieras que tienes un hijo? Uno de verdad.

Jagged la miró desconcertado.

—¿Sabes algo que yo no sé?

—Leyes —bromeó—. Es sólo una posibilidad, ¿con cuántas mujeres has estado estos años?

—Al contrario de lo que dicen por ahí de mí, no soy descuidado.

—No hay ningún anticonceptivo cien por cien seguro.

—No creo que tenga ninguno, pero si fuese así, no me importaría conocerlo, aunque esperaría que su único interés no fuese el económico. ¿A qué viene ese interés tan repentino?

—Simple curiosidad, es algo que siempre había querido saber.

—¿Quieres tener hijos? —le lanzó la pregunta haciendo que sus mejillas se tiñeran de rubor.

—No lo sé, nunca me lo he planteado, pero dudo que pudiese sacar tiempo para cuidar de un bebé.

La respuesta de Penny le descolocó, había creído que intentaba abrir la puerta a decirle que quería formar una familia y que esperaba saber si él lo quería también.

—Porque si es lo que quieres yo te apoyaría.

—No te montes una película —siseó pellizcándole la punta de la nariz—. Sólo era una pregunta.

—Y me lo dices ahora que ya me he imaginado a un montón de niños correteando por el hotel y volviendo locos a los botones.

Penny rió.

—Un hotel no es un buen sitio para que crezcan los niños —musitó recorriendo su espalda con los dedos—. Necesitan espacio para experimentar y una nevera que saquear sin que te lo cobren en la factura a final de mes.

—Este es un sitio mejor para eso.

—Sólo era una pregunta, en serio, y no iba porque quiera formar una familia ni contigo ni con nadie.

Lo que significaba que Penny sabía algo y se lo estaba ocultando.

El tono de llamada de un móvil se alzó desde la mesita frente al sofá.

—No es el mío —siseó Penny encogiéndose de hombros.

Jagged alcanzó su teléfono con el ceño fruncido, se irguió liberándola de su peso.

—¿Es qué pasa algo?

»No, claro que puedes llamarme cuando quieras, pero es que... ¿Qué? ¿En la puerta?

Jagged se apresuró a recoger la ropa del suelo para dársela a Penny y empezó a vestirse haciendo equilibrios para sujetar el teléfono.

—¿Por qué no me has avisado de que venías? —Tapó el micrófono y se acercó al oído de Penny para poder susurrarle—: Es mi madre.

La muchacha se vistió a toda prisa y se pasó los dedos por el pelo poniendo un poco de orden en los cortos mechones.

—Sí, espera, voy a abrirte. Pero no sueltes ninguna grosería, hoy no estoy solo.

Penny miró el vestido que se había vuelto a poner y pensó en si era adecuado, no era el tipo de ropa que llevaba habitualmente. Pero no tuvo tiempo para subir a cambiarse. La mujer, de larga cabellera blanca y ropa elegante, se abalanzó hacia a ella con los brazos abiertos como si verla fuera lo más maravilloso que podía ocurrirle en la vida

—¡Penny! Qué alegría verte.

—Hola, Amanda, cuánto tiempo. —Soltó una suave risita cuando la mujer la estrechó entre sus brazos con fuerza—. ¿Cómo se encuentra?

—Perfectamente. Mira que eres guapa. Jared, ¿cuándo piensas ponerle un anillo en ese dedito?

—Madre, no empecemos, por favor.

—Cuando encuentre a otro más interesante y joven que tú, llorarás.

Penny le miró, estaba increíblemente incómodo. El fantasma de los seis años de diferencia que se llevaban parecía darle miedo de verdad.

—¿Has venido para algo concreto o sólo para llamarme viejo y avergonzarme delante de mi mánager?

La mujer meneó la mano como si tratase de espantar sus palabras y volvió a concentrarse en Penny.

—¿Desde cuando estás aquí?

—He llegado esta mañana —contestó teniendo presente que Jagged le había dicho que estaba solo en la casa—, me ha pedido que le traiga unas partituras y, aquí estoy.

—Entiendo —replicó asintiendo como si estuviese analizando profundamente su respuesta—. ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?

—Penny se quedará hasta el sábado, ya que la he hecho venir fastidiándole las vacaciones, es lo mínimo que puedo hacer.

—Qué maleducado —protestó Amanda mirándole con el ceño fruncido—. Deberías dejar que se quedara lo que le queda de vacaciones y que pueda pasarse el día relajándose en la playa.

—¿Los tres en la misma casa?

—Yo sólo he venido a asegurarme de que no había ninguna mujer que no debiera estar aquí.

Él se encogió de hombros y puso los ojos en blanco.

—Pues sólo está Penny ¿ella tiene tu permiso para estar en mi casa? —inquirió dándole énfasis a la propiedad de la casa.

—Ella puede hacer todo lo que quiera en esta casa.

—Yo... creo que voy a ir a dar un paseo por la playa —musitó incómoda—, si no me necesitáis para algo en especial.

—Puedes irte, Penny —murmuró el músico tendiéndole la copia de las llaves.

Tomó su bolso, metió las llaves dentro y salió de allí. Si la madre de Jagged se ponía a interrogarla no estaba segura de lograr mantener la mentira.

—¿Ya estás contenta? La has incomodado.

—No es cierto, ella es una chica dulce y prudente, no quiere meterte en ningún lío.

—En serio, mamá. Déjalo ya.

—Viendo que está aquí contigo me quedo más tranquila —declaró sentándose en una de las sillas—. Al menos evitará que hagas alguna estupidez.

—Es mi mánager, no mi canguro. Tengo treinta y ocho años, no necesito una canguro.

—No, lo que necesitas es dejar de hacer el memo y pedirle que se case contigo.

Jagged soltó un bufido. Como si fuera tan fácil.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! No he podido resistirme a meter a la madre de Jagged por aquí, ojalá salga algún día en el canon porque tiene que ser una mujer de cuidado.
Mañana más.

¿Y si te quiero? Fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora