21.- Regalos

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1491.

21.- Regalos

Si había algo que Jagged podía sacar en claro de aquellas dos semanas que llevaban juntos en Saint-Clément-des-Baleines era que, Penny y él, podrían pasar por cualquier pareja normal compartiendo besos y carantoñas, contándose confidencias y amándose día y noche. Sin embargo, una parte de él, no podía olvidarse de que, en dos semanas más, aquello podía acabarse como si hubiese sido un hermoso sueño.

Aquella mañana Penny no se encontraba muy bien, Jagged no necesitaba que le dijera qué le pasaba para saberlo. Le llevó té caliente e ibuprofeno y se quedó a su lado hasta que volvió a dormirse.

Se quedó en el jardín con su guitarra componiendo temas nuevos inspirados en aquellos días sin saber si, algún día, llegaría a tocarlos o se quedarían atrapados para siempre entre los pentagramas de su cuaderno.

Penny salió al jardín un par de horas después, con una pequeña sonrisa en los labios.

—¿Te he despertado?

—No, me encuentro mejor —susurró sentándose en la silla contigua a la que ocupaba él—. ¿Estás componiendo nuevos temas? Acabadas de lanzar un álbum.

—La inspiración no tiene horario de oficina ni entiende de vacaciones, le da igual si has sacado un álbum o si no.

—Lo sé, es sólo que me sorprende.

La sonrisa traviesa de medio lado de Jagged le aceleró el pulso.

—Convivir con mi musa me ayuda a componer. Aunque creas que, es un modo como cualquier otro, de no etiquetarte como mi pareja a la espera de lo que ocurra te equivocas.

»Me inspira tenerte cerca. Todas esas canciones de amor que he escrito desde que te conozco, no hablan de ti directamente, pero sí de lo que querría compartir contigo.

—Oh, Dios mío, eres un cursi —bromeó.

—No se lo cuentes a nadie, te cargarías mi imagen de cabrón mujeriego.

No sabía quién había arrancado aquel rumor, pero Jagged parecía orgulloso de que creyesen que era así.

—Me preguntaste qué es lo que me da tanto miedo y quién me hizo tanto daño —susurró con la mirada clavada en el suelo—. ¿Aún quieres saberlo?

—Sí, claro que sí.

—Tienes que prometerme que no me interrumpirás, aunque me eche a llorar, porque si paro no creo que pueda recuperar el valor y seguir.

—Te lo prometo.

—De acuerdo, allá va.

Penny inspiró hondo.

—Empecé a estudiar derecho en París, pero a media carrera me trasladé a Londres con una beca. No conocía a nadie y la idea de empezar en un lugar nuevo me gustaba, así que cogí las cosas importantes y me largué sin mirar atrás.

»Mi padre se aseguró de que aprendiese inglés y krio a parte del francés, así que el idioma no fue ningún problema. Me instalé en un piso de estudiantes con otras dos chicas que estaban en mi misma clase y encontré un trabajo a media jornada en un pub.

»Como siempre, al principio todo es perfecto, hasta que empieza a torcerse.

Penny parecía tranquila por lo que Jagged estaba seguro de que aquello sólo era una introducción antes de llegar a la parte mala.

¿Y si te quiero? Fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora