XIII

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Como era de esperarse, el inglés por algunos motivos desconocidos prefirió no dar una explicación concreta, solo dijo "Tengo algunos problemas grandes con él". Obviamente esta respuesta a medias provocó que el mayor siguiera con sus dudas pero prefirió dejarlo así, pues el amante del té no se encontraba muy cómodo que digamos e incluso se ve que lo dejó algo pensativo, pues estaba tan centrado en sus pensamientos que accidentalmente se cortó un poco el dedo provocando que, obviamente, suelte un grito del dolor llamando la atención del argentino.

- Uh, ¿Qué pasó? - Lo miró preocupado y se acercó notando su herida. - Auch. ¿Cómo te hiciste eso?

- No sé... Supongo que me desconcentré y accidentalmente me hice esto. - Miró su dedo aún algo adolorido, sangre poco a poco comenzaba a salir haciendo que se preocupe, pues podría manchar algo. Posiblemente no le importaría mucho que digamos si es que lo único que se ensuciaría fuera el suelo y ya, pero no, estaba apunto de manchar la alfombra que había bajo sus pies y su traje. El rubio al notar esto rápidamente acercó su cabeza y en un movimiento rápido introdujo el dedo ajeno a su boca evitando un desastre que luego tendría que limpiar si sucede. Durante varios segundos el de galera se quedó inmóvil procesando la situación hasta que por reflejo se sonrojó notablemente y se alejó del argentino, quien ya había traído un apósito para colocárselo.

- ¿¡W-Why did you do that!? (¿¡P-Por qué hiciste eso!?)

- ¿Eh? Porque la sangre iba a manchar la alfombra o tu ropa, tu expresión gritaba "¡ayuda, mí ropa!". - Soltó una risa.

- ¡W-Well, you would have used a rag! (¡B-Bueno, hubieses usado un trapo!) - El contrario se quedó pensando por unos minutos.

- Ah mal, disculpá, es la costumbre, siempre hago lo mismo conmigo mismo y también con Uru pero cuando éramos chiquitos. - Rascó su cabeza con cierta pena, el contrario lo miró con cara de "¿Es en serio?" y negó con la cabeza mientras suspiraba. - Ah y tu sangre sabe algo rara pero no está mal. -

- ¿¡W-What the fuck!? - Volvió a mirarlo sonrojado y molesto, además de sorprendido, el contrario comenzó a reír a carcajadas.

- ¡Jajajajajaja! ¡Tu cara! - Dejó una mano en su estómago mientras que con la otro lo apuntaba, cuando se calmó limpió las pequeñas lágrimas que tenía en los ojos. - Bueno che, no te enojes; dale, limpiate el dedo, así te pongo la curita y seguimos cocinando.

- Ok... "Gracias" por ayudarme con la herida. - Hizo comillas con sus dedos y se limpió el dedo para poder cumplir la orden dada por el argentino; una hora después la cena estaba servida en los correspondientes platos y a todos comiendo gustosos la comida bastante deliciosa.

- Fua, se comieron todo y re rápido, ¿Les gustó mucho?

- ¡Yes! ¡It's delicious! (¡Está delicioso!) - Malvinas asintió varias veces dando a entender que apoyaba su opinión. - ¡God job, fathers! ( ¡Buen trabajo, padres!)

- Quedó así de deliciosa gracias a Argentina, yo no hice la gran cosa. Su padre es el experto y el que debe llevarse el crédito. - Las mejillas del mayor cambiaron a un tono rosado muy leve y negó con la cabeza.

- Es gracias a los dos, vos me ayudaste así que también merecés parte del crédito. - Dejó una mano delante del inglés, quien estaba apunto de hablar. - Te guste o no, será así y punto final. - Ambos mayores desviaron la mirada hasta sus hijas, quienes comenzaron a reír ante la escena algo sorprendente y graciosa a su parecer.

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