Samuel y kunno (En Corrección)

La recuperación (parte 2)

Pasaron unas cuantas semanas para que Kunno pudiera salir del hospital y aunque lo dieron de alta todavía tenía una larga recuperación por delante, tenía que ir a terapia física y psicológica constantemente.

Amor ya despierta es hora de ir a la terapia, se nos va a hacer tarde se que no te gusta pero tienes que levantarte, dijo Samuel a Kunno mientras terminaba de vestirse.

Unos segundos después pretzel se subió a la cama y comenzó a lamer la nariz de Kunno, logrando que comenzará a reír y se levantara de la cama (pretzel es la gatita que le regaló Kunno a Samuel) pretzel deja de lamerme dijo Kunno mientras la cargaba y de daba un besito.

Ya quiero que esto se acabe, ya estoy bien, puedo caminar bien y mi brazo ya está bien, ya no quiero ir a terapia solo quiero dejar esa etapa de mi vida atrás dijo Kunno algo fastidiado.

Lo sé amor, veamos que dice el doctor yo estoy casi seguro de que hoy te da de alta recuerda que todo pasa por algo, dijo Samuel calmando a Kunno.

Llegaron a la consulta el médico hizo que Kunno hiciera sus ejercicios y por último le pidió que dieran una vuelta por todo el hospital.

Doctor yo ya puedo caminar bien, ya no quiero venir aquí, me deprime, me hace sentir que no puedo avanzar, siento como si ese accidente me persiguiera todo el tiempo.

Tu tranquilo, te prometo que todo va a estar bien si veo que puedes dar la vuelta completa al hospital y te sientes bien hoy será tu última cita, pero necesito que seas sincero conmigo dijo el doctor obteniendo un si como respuesta.

Mientras caminaban por el hospital Samuel y Kunno vieron a una mujer con un bebé correr hacia ellos, Kunno le pregunto preocupado que si todo estaba bien.

No, no todo está bien yo no quiero a esta bebé ,la odio quiero que se muera, me arruinó la vida toma porfavor cargarla, yo ya no lo quiero en mis brazos, dijo la señora con desesperación mientras gritaba.

Kunno consternado acepto sostener a la bebé, en el momento en el que la sostuvo la señora salió corriendo y se alejo del hospital.

Kunno y Samuel no podían creer lo que acababa de pasar, Kunno seguía sosteniendo a esa pequeña bebé y ella le sonrió a el, ella no sabía lo que esa sonrisa causaría en su vida ni en la de la pareja que aún la observaban con confusión.