Esa era una de las frases que más fue repetida al inicio y a lo largo del día...pero se que algunos dirán que esto es una simple farsa, una mala broma de parte de los pueblerinos, un rumor completamente falso...
Solo que esto no es así
Merlon fue encontrado en la cama de su habitación como todos los días, como todas las mañanas...Su personal siempre venía a cuidarlo, muchos sabían y era muy notable las variadas arrugas que adornaban su rostro, su cabello blanco se veía cada vez más y la debilidad en cuanto a su cuerpo comenzaba a causarle ciertos problemas que eran vistos por cualquiera con facilidad.
Ese día fue diferente, una de sus empleadas al momento de traerle el desayuno, noto que el pecho de Merlon no subía como debía, y sus ronquidos no sonaban como la mayoría de veces...esta vez yacía un pobre hombre de edad avanzada inmóvil y sin ningún rastro de vida, su rostro se encontraba pálido, por lo que se dedujo que había muerto horas antes en la madrugada mientras dormía..
Esa era una de las noticias que más afectó al pueblo de Karmaland y al saber lo viejo que ya estaba el creador y fundador del pueblo, no se dedicaron tanto tiempo en pensar si había sido envenenado o no, crearon un buen funeral en el que participó la mayoría de la gente...en especial los héroes quienes estaban mas que heridos por aquel suceso, habían visto al viejo como un padre...
Aunque el más afectado aquí fue Rubén, ese chico estuvo toda su infancia con el, le demostró que podía convertirse en héroe y jamás desconfió del pequeño de ojos verdes, pasaba todas sus tardes ayudándolo, intentando subirle sus ánimos y autoestima, por lo que en su funeral, no paraba de soltar lágrimas. Era una escena bastante triste, sus demás compañeros héroes consolándolo, Rubén derramando lágrimas totalmente destrozado...
La vida le había quitado a alguien más...
Y vaya que sus compañeros hicieron de todo para intentar animarlo, les causaba suma tristeza e impotencia saber que no podían ayudar en mucho, que no sabían como volver a sanar el roto corazón del de cabello platinado, el de su amigo.
A lo largo de varias semanas su pérdida de peso fue cada vez más notable y en aumento, llegando a preocupar a sus demás compañeros quienes intentaban llevarle comida a su casa constantemente, llegándose a turnar y obligándolo a comerla, no se podían quedar con los brazos cruzados y Willy junto con Fargan, estaban siendo un claro ejemplo de ello... no dejarían que su hermano oscuro cayera en esas cosas.
Otra vez no...
Agregando de que los problemas en Karmaland fueron más en aumento desde que murio el dueño del lugar...estaban buscando a alguien que gobernara, que fuera el heredero y como era de esperarse, entre pueblerinos y aldeanos crearon una guerra, intentando quedarse con todo, siendo unos completos egoístas y olvidando por completo quien debía de quedar ahí.
Pero al final, quedó uno...Rubén sería el que quedaría al mando de todo, al ser un casi hijo de Merlon, debía tomar las riendas, tenía que mantener al pueblo en perfecto estado y nadie podía negarse a ello...
Vegetta no había aparecido en las semanas que tuvo problemas con su alimentación ni mucho menos el día en que murio Merlon, desde ese día en la montaña, desde su primer beso...no lo había vuelto a ver, extrañaba el color de sus ojos que se iluminaban cada que lo veía, ese color morado relucía como cualquier joya cara, incluso más que el diamante.
Extrañaba su sonrisa, su perfecta sonrisa, el blanco de sus alineados dientes, su marcada mandíbula, su cuerpo bien tonificado acompañado de su piel blanca con una mezcla de dorado que la adornaba, haciendo que su ligero bronceado se viera demasiado bien en el...y ni hablar de las constantes bromas y coqueteos que hacían que su corazón se acelerara feliz...extrañaba cada cosa, cada detalle de aquel chico que lo hacía tan único y especial en su vida.
cada pequeña cosa, causante de sus suspiros.
Lamentablemente, Rubén había comenzado a sentirse solo, sabía que sus compañeros hacían hasta lo imposible para que su salud tanto mental como física estuviera bien, sin embargo él sabía que las cosas terminarían yéndose por la borda en cualquier momento si dejaba que su cabeza se saliera de control...
Necesitaba del calor de los brazos de su amado, de su héroe, necesitaba sentirse querido de nuevo.
¿Porque todo el mundo lo dejaba? Cuando por fin volvía a entregarle su corazón a alguien, la vida le daba la espalda, le pateaba el trasero completamente, mataba a aquellas personas que lo habían ayudado tanto, que lo habían hecho sentir una persona única y especial...
Quería que la vida le devolviera a su héroe y que todo volviera a la normalidad, necesitaba volver a su infancia, donde todo estaba bien...donde su papá y mamá aún seguían vivos, donde no se tenía que preocupar por mierdas de la vida adulta.
El problema aquí no es crecer, si no borrar todos esos maravillosos recuerdos que te hacían ser niño...que te hacían imaginar, volver a creer, crear historias en tu cabeza que te llevaban a universos fuera de lugar, donde soñabas con ser un astronauta calificado, un chef reconocido o un cajero..
Universos en donde podías ser lo que quisieras sin miedo a que alguien te juzgara, sin que te dijeran lo que esta bien y lo que no, lo que la sociedad imponía con firmeza...poniendo tu imaginación a volar.
Y créanme...el mundo no sería el mismo sin ello, ¿que pasaría si no existiera el arte y la imaginación? ¿Que le daría color a la vida? ¿Que te haría escapar de tu realidad por un momento? Nada...todo sería sombrío, sin emociones, todo gris y sin esperanza.
Pintar, colorear, escribir, cantar, bailar, actuar, la música...entre otras muchas otras, son lo que le da luz a la vida, haciéndote escapar de tu realidad, impulsándote a crear cosas nuevas, esos pequeños detalles como escuchar tu música favorita o ver a alguien crear y jugar un videojuego, bailar cualquier tonada, pintar las pequeñas cosas que aparecen en tu mente solo por diversión... es como volver a ser niños o al menos intentando volver a serlo.
Rubén en esos días, se mantenía encerrado en su habitación acompañado de su cerdito, quien lo cuidaba y se preocupaba por la salud de su dueño, notando como este, se tapaba hasta la cabeza con las cobijas, intentando volver a sentir calor...como si alguien más estuviera ahí con el...
Sus mejillas estaban rojas y sus ojos hinchados, las lágrimas habían dado a su fin, no es porque él quisiera si no porque realmente ya no tenía fuerzas para seguir, se le habían acabado...
Estaba experimentando una de las consecuencias de amar..
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola gente de yutub aquí les traigo nuevo capítulo Perdonen mi ausencia pero realmente no estaba bien de salud los quiero mucho y perdónenme de nuevo Espero que les guste... No olviden votar y comentar, lo agradezco bastante
