Capítulo 11

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Siglo CXCIX de la Era Moderna – Reinado de Alayssa.

Ronest y Alayssa están en el despacho de la Reina, junto con una serie de personas. Es una sala rectangular muy amplia, con grandes ventanales que dan a los jardines del Palacio y un balcón en el centro de una de las paredes más largas; en un extremo se localiza una mesa rectangular de madera de grandes dimensiones y aspecto robusto, en el otro una mesa redonda rodeada de sillones de apariencia cómoda, y entre medias una serie de sofás y sillones que forman varios ambientes. En una de las paredes, detrás de la mesa rectangular, hay una estantería llena de libros, donde se disimula el generador de nanopartículas. Este generador convierte el despacho de la Reina en una sala virtual reducida, es decir, que se pueden crear pantallas aéreas y se pueden materializar cosas, pero no se pueden materializar personas.

Están revisando los preparativos de algo que llevaba en marcha desde los primeros tiempos del Rey Qeres, y parece que por fin se va a llevar a cabo: la reconstrucción del edificio más mítico de la Orden, el Edificio Neurón, en su emplazamiento original. Las personas que acompañan a la Reina, además de Ronest, son el equipo técnico encargado del proyecto de reconstrucción.

La directora del equipo, Ascensión, es una mujer de edad madura en cuyo aspecto se puede adivinar lo mucho que se esfuerza cada mañana en lucir buen aspecto, cosa que consigue a medias. No es tan profesional como trata de aparentar, pero su consejero técnico Campanius, un hombre mayor y de corta estatura, lo compensa con sus amplios conocimientos sobre edificación. Campanius, además de sus amplios conocimientos, también posee un difícil carácter que muy pocos aguantan, especialmente Ascensión.

En el equipo técnico también están Angelo Roblesa y Angelo Batalla, encargados de supervisar la estructura e instalaciones respectivamente, y los dos miembros más jóvenes, Quirino y Dudel, encargados de la realización del modelo digital del edificio, la preparación de los materiales, el montaje de las impresoras, y la supervisión general de la ejecución.

Se han tardado años en juntar toda la información posible sobre el edificio original, tanto sobre su aspecto interno como externo. A finales del reinado de Qeres la Orden encontró un archivo antiguo donde se encontraban todos los planos, así como un montón de descripciones pormenorizadas, y ese hallazgo fue el que impulsó el proyecto de reconstrucción.

—Entonces –interviene Alayssa–, el modelo está ya digitalizado.

—Faltaría una última revisión, Alteza, pero sí. El modelo está ya digitalizado
–responde Ascensión procurando disimular que no tiene mucha idea de modelos digitales.

—¿A qué revisión se refiere? –pregunta Alayssa.

—Bueno, la penúltima versión del modelo fue la última que revisé personalmente, pero tardaré poco en llevar a cabo la supervisión que falta –se excusa Ascensión.

—Contamos con un plazo limitado. Ya saben ustedes que el edificio tiene que terminarse dentro de seis días –comenta Ronest.

—Por supuesto, por supuesto. No tengan duda de que lo terminaremos –responde Ascensión.

—No lo tendría yo tan claro –interviene Campanius mientras Ascensión se gira para lanzarle una mirada cargada de odio.

—¿Por qué no lo tiene usted tan claro, señor Campanius? –pregunta Ronest.

—Porque la metalimérica, material empleado para hacer las estructuras, necesita dos días para endurecerse completamente. Lo normal es necesitar otros dos días para realizar la excavación, y otro para los acabados. Nos da un margen de un día, es decir hoy. Con esto lo que quiero decir, es que si ocurre cualquier tipo de imprevisto, cosa que tampoco sería muy extraña en una obra de envergadura semejante a ésta, nos pillaríamos los dedos con el plazo.

Tempestades InvisiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora