Siglo CXCIX de la Era Moderna – Reinado de Alayssa.
En el Complejo Metalúrgico de Etheruca han tomado el mando las unidades de racanes enviadas por la Reina hace unas semanas. Éstas han ocupado los principales puestos de control, y han comenzado a dirigir la fabricación.
Comenzaron restableciendo la producción en todas aquellas secciones donde se había detenido con la excusa de las obras de reforma, y continuaron haciéndose cargo de las propias obras de reforma, con el propósito de aumentar la capacidad de producción de forma significativa, y de actualizar toda la maquinaria.
Desde la detención de Espectran Kawleus, la persona al mando era precisamente el oficial que le había detenido: el racán Haakon. Era un hombre respetado a la par que temido, con una cicatriz que le cruzaba la cara y le daba un aspecto feroz. La Reina le había dado el mando de las ocho unidades de racanes que estaban en Etheruca, con el objetivo de que el ciclo metalúrgico fuera restablecido, y el complejo industrial modernizado.
Haakon se había tomado muy en serio su misión. Había mantenido al consejo de administración anterior, exceptuando a Espectran, y a todos los trabajadores. En la planta metalúrgica comenzó enseguida a notarse el aumento de la capacidad productiva. Los montones de mineral amontonados a los alrededores del complejo empezaron a menguar, y los almacenes de metales listos para acuñar, comenzaron a llenarse.
Los habitantes de Etheruca habían podido suprimir los racionamientos a los que se habían sometido desde la cancelación de los nuevos pedidos de mineral, y las cosas volvían a su estado normal.
En Castilia, los habitantes llevaban mucho tiempo sufriendo las mermas en la fabricación de metales. Estas últimas semanas, cuando había comenzado a aparecer en el mercado más metal acuñado, la gente estaba eufórica. Principalmente la gente perteneciente a las pequeñas y medianas Casas. La popularidad de la Corona había ascendido notablemente, y la Reina en persona había agradecido al Oficial Haakon los avances que estaba llevado a cabo en Etheruca.
Sin embargo, no todo el mundo estaba satisfecho con la labor de Haakon. Otro de los oficiales racanes, Radek, consideraba las cosas de otra manera, y había comenzado a reclutar en secreto a varios racanes, así como a trabajadores del complejo industrial.
El consejo de administración, con Haakon a la cabeza, está reunido planteando posibles opciones para la modernización del corazón del complejo industrial: los hornos centrales. Mientras están reunidos, llaman a la puerta de la sala de juntas.
—Adelante –contesta Haakon, provocando que la puerta se abra y aparezca la cara de Radek.
—Señor –dice Radek–, la sección cinco ya está despejada y lista para producir.
—La sección cinco era la que estaba más perjudicada. Con ella ya tenemos todas las secciones del complejo industrial en funcionamiento. Buen trabajo Oficial Radek –dice Haakon.
—Muchas gracias Señor –responde Radek irguiéndose como forma de aceptar el cumplido.
—Ahora tengo otra misión para ti –prosigue Haakon.
—Lo que usted ordene Señor –contesta Radek.
—Necesito que te ocupes de reorganizar a los trabajadores. Desde que hemos abierto todas las secciones que permanecían cerradas nos falta mano de obra. Además la que tenemos no está especialmente bien aprovechada. Tienes que ocuparte de recolocar a todos los trabajadores en las secciones que hemos estado rehabilitando.
—Por supuesto Señor –contesta Radek.
—Eso es todo Oficial –dice Haakon–. Puedes retirarte.
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Tempestades Invisibles
Science FictionLa recién coronada Reina Alayssa trata de consolidar la monarquía que ha heredado de su padre, y hacer valer su autoridad frente a las Grandes Casas. Espectran Kawleus, el padre de su prometido, intenta acelerar el matrimonio de su hijo con la Reina...