Capítulo 15

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Siglo CXCIX de la Era Moderna – Reinado de Alayssa.

La boda entre la Reina Alayssa y el nuevo Rey Rucale termina sin muchos aspavientos. Los medios de comunicación han pasado todo el día exagerando cada detalle de todo aquello que ha estado sucediendo durante la ceremonia y el banquete.

Al caer la tarde, por orden expresa de la Reina, los medios desalojan el espacio, y la intimidad vuelve a estar disponible para todos los presentes. La población, que ha seguido desde miles de pantallas aéreas todo lo que estaba pasando, no tiene más remedio que entretenerse con programas de reposiciones, o creando y difundiendo rumores entre ellos sobre la relación entre los dos recién casados.

Cuando el índice de alcohol de los invitados al banquete comienza a ser excesivo, ya que los más abstemios han aprovechado la salida de los medios de comunicación para ponerse a tono, los recién casados proceden a hacer una despedida pública para trasladarse al Palacio Real, donde pasarán la noche.

Ronest se acerca a Rucale, que ya ha vuelto a la zona del banquete junto a los hermanos Sunsat.

—La Reina quiere hacer una despedida pública antes de trasladarse al Palacio
–informa.

—¿Nos vamos ya? –pregunta Rucale–. Ya habéis oído chicos, a prepararse para el transporte.

—¿Van a venir ellos al Palacio? –pregunta Ronest frunciendo el ceño.

—Sí, querido Ronest –responde Rucale con sarcasmo–. A menos que el consejero real tenga algún problema con los deseos de su recién nombrado Rey.

—No, por supuesto, Alteza –responde Ronest agachando la mirada–. Ahora por favor, si su Alteza quiere acompañarme para hacer la despedida junto con la Reina...

—Faltaría más –responde Rucale, orgulloso de haberse salido con la suya.

Los hermanos Sunsat se escabullen para preparar las cosas que se llevarán esta noche al Palacio. Salen del recinto del banquete para transportarse a su casa, y de ahí a la Isla Harén de los Dioses, donde recogerán a Xavia, Seffora y Qiana, que les harán compañía durante toda la noche.

Rucale sigue a Ronest hacia el interior del Edificio Nuevo Neuron. En una pequeña habitación situada cerca de la puerta por donde han entrado, espera Alayssa.

—Esta habitación está preparada para que podáis dar vuestro discurso de despedida –informa Ronest.

—No sabía que tuviera que dar un discurso de despedida –protesta Rucale–. No he preparado nada.

—Nadie te ha pedido que digas nada –responde Alayssa con tono cortante–. Yo haré el discurso mientras tú estás a mi lado.

—¿Estáis ya preparados? –pregunta Ronest–. Comenzaremos a transmitir en unos segundos.

—Sí, cuando quieras –responde Alayssa.

Y acto seguido comienza a dar un discurso de agradecimiento a todos los presentes, que se está retransmitiendo a multitud de pantallas aéreas formadas en la zona del convite, desde donde todos los invitados observan con atención cada palabra que dice la Reina. La población desde sus casas también observa el discurso de despedida, ya que han hecho una retransmisión en abierto.

···

Radek sigue en la estancia subterránea de Etheruca desde donde Anteros cruzó la puerta para transportarse a Castilia. Mientras Anteros avanza escondido por los bosques de Isla Mancera hacia el Palacio Real, él trata de comunicarse con los colaboradores que tiene en Castilia. A pesar de haber preparado el plan de este día con sumo cuidado, cualquier cosa podría desbaratarlo.

Tempestades InvisiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora