||Accept my love || YM Omegaverse

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;;Lean la nota al terminar^^

JiMin.

-¡Mis bebés!- ya comenzamos, mi madre corrió a abrazarnos como si literalmente fuéramos unos pequeños niños.

-Maaa- algo avergonzado me quejé - Nos vimos hace unas semanas- protesté sonrojado.

-¡Deja de apartar a tu madre! Tengas la edad que tengas siempre serás mi bebé. ¿Verdad, Kookie? - ¡Cómo osa utilizar en mi contra a Jeon, es mi amigo!

- Claro, tía - contestó el muy traidor, ofendido totalmente mi ser.

Mi padre esperaba en el auto con su típica cara de impaciencia, luego de que la señora progenitora/traidora besara y abrazara a todos los chicos, en especial a YoonGi y decirle lo lindo que estaba (ya veo de dónde salió mi locura) por fin subimos al auto recibí una pequeña sonrisa de parte de mi padre, eso bastó para que sintiera mi corazón abrazado por él.

Park Jin So, era un abogado que pertenecía a los más prestigiosos buffets de Corea, no era muy expresivo en cuanto a sus emociones se refiere, pero es un hombre de gran corazón que daba todo por su familia.

Cuando confesé que soy gay, guardó silencio y se encerró en su despacho lo que restó de aquella tarde, ni siquiera bajó a cenar. A eso de las 3:00am entró a mi habitación, se sentó en la cama y dijo; "Te amo, aunque no lo diga muy seguido, lo hago. Estoy muy orgulloso de ti". Lloré de felicidad, pues su reacción era lo más importante para mí.

-JiMinnie, ya llegamos - Tae agitó su mano frente a mis ojos sacándome de aquellos recuerdos, noté que YoonGi se había quedado dormido en mi hombro, se veía tierno de esa manera.

Era como un sueño tenerlo a mi lado con posibilidades de ser más que amigos, saber que tenía su apoyo en esto era tan importante para mí.

-YoonGi, despierta - lo sacudí un poco, gruñendo en respuesta comencé a pellizcar su panza.

-¡Estoy despierto! - dijo abriendo los ojos sobresaltado, reí fuertemente por la cara que había puesto seguro que desearía poder lanzar rayos con los ojos por la forma que me miraba.

Al bajar del auto noté que todos había entrado a la casa, antes de abrir la puerta YoonGi tomó mi brazo llamando mi atención.

-MinMin, tu papá me intimida. - confesó algo nervioso, sabía que mi padre no daba las mejores primeras impresiones - ¿Por qué? Si no ha dicho ni una palabra y te has quedado dormido en el camino.- contesté con gracia.

-¡Mi plan no era dormirme! Solo cerré los ojos porque sentía su mirada taladrándome, pero una cosa llegó a la otra y bueno.- ¡Min YoonGi se había sonrojado! Señor Papaya ayúdeme, ¡Que ternura! Mordí mi labio para no reírme y antes que pudiese decir algo la puerta se abrió de golpe lanzándome a un koala Jeon que se aferró a mí como si dependiera de su vida.

-¡Tía K nos quiere cortar el cabello! - chilló el menor. Por sobre su hombro pude ver a Tae sobre la mesa y mi madre tratando de bajarlo a punta de lanzarle los cojines de la sala de estar.

-¡Veeen, Tae-shii! Solo serán las puntas, amor.- mi madre parecía una loca tratando de alcanzarlo. Gracias a Dios mi progenitor ya estaba acostumbrado a estos desastres cuando venimos de visita, son muchos años de paciencia que les ha tenido mi padre a mis amigos.