El tercer hijo de Goku [Goku x Bulma]

Capítulo 11: ¡Reencuentro!

Pasaron las horas en tan solo un abrir y cerrar de ojos.  Marron y yo permanecimos toda la noche trabajando en el primer paso de nuestro siguiente plan, el perfume de mamá. Decidimos darle un suave olor a vainilla para que un ligero toque de dulzor envolviera su cuello, se lo regalaríamos este mismo día ya que no había tiempo que perder.

—Dime una cosa Goksai—habló Marrón entre bostezos mientras veía como fundía un recipiente de vidrio sobre la llama del mechero para poder modelar el frasco de perfume—. ¿Crees que a tu madre le guste?.

—Estoy seguro de que así será—aseveré con decisión mientras desplazaba el vidrio sobre el fuego—. Si estás demasiado cansada ve a dormir, necesitas descansar.

La rubia de ojos azules se cruzó de brazos con firmeza y mueca de disgusto ante mis palabras.

—¿Y dejarte solo?—cuestionó frunciendo su ceño con un mohín incorporado a sus labios—. ¡Ni de broma! ¡puedes destruir el laboratorio!.

Conmovido por la respuesta de mi mejor amiga y por el grado de lealtad que tenía hacia nuestra amistad, sonreí dejando a un lado el frasco de vidrio con la nueva forma que adquirió y me aproximé a ella en silencio apartando los lentes de mis ojos.

—Que voy a hacer contigo—hablé con calidez tocando su cabeza para acariciar las hebras largas de su cabello con mis dedos—. Diga lo que diga no te haré cambiar de opinión.

—O-Oye, ¿qué estas haciendo?—dudó pasmada abriendo grandemente los ojos. Una de las desventajas de Marron al tener piel muy blanca era que podía notar cuando se ruborizaba enseguida—. ¿E-Estás bien o el sueño ya te afectó?.

Tras carcajear por su divertida reacción al hacer contacto con ella, suspiré grandemente debido al agotamiento. Sintiendo mis ojos arder, dejé caer mi cabeza sobre el hombro de mi acompañante, ella se tensó inquieta.

—Al parecer así es, me está afectando—dije cerrando mis ojos y acomodé mi cabeza sintiendo el calor y veloz pulso de mi mejor amiga—. Ya son las 5 de la mañana.

Pese a que ambos nos une un lazo muy fuerte, los momentos de contacto físico son algo muy poco frecuentes entre nosotros, por lo que cuando ocurren es algo especial. Por esta misma razón Marron suele ponerse nerviosa cuando me acerco más de la cuenta y esto me da mayor motivación para bromear.

—Quizás no es el sueño lo que me afectó y fueron las feromonas—hablé con atisbo de misterio procurando ocultar mi expresión traviesa. Un leve y agudo quejido se escuchó de la rubia de larga cabellera, quién bruscamente se separó de mi y me golpeó.

—¡No juegues con eso!—gritó mostrando sus dientes mientras me quejaba sobando mi cabeza.

—Tienes mano pesada Marron—hablé recuperándome del golpe y sonreí grandemente—. ¡Con un poco de entrenamiento podrías pelear a la par conmigo!

—¡¿De qué estás hablando?!—espetó aún molesta y se cruzó de brazos con expresión de desaprobación—. No me llama la atención el camino de la violencia como a ti Goksai.

 A causa del paso de los años ya estaba acostumbrado al enojo y reacciones de Marron, por lo que siempre que sucedían las disfrutaba y solo me burlaba. Al percibir lo rápido que pasaba el tiempo, un sentimiento de nostalgia se apoderó de mí mientras analizaba a Marron.

Ya que Krillin era mejor amigo de mi papá, desde que su hija era un bebé la había visto en la casa, pero cuando realmente nos hicimos amigos fue el corto periodo de tiempo que estuve en el jardín de niños antes de tener estudios en casa gracias a que mamá se enojó por lo que pasó.

Flashback

—L-Lo siento mucho—balbuceó Marron con timidez ya que sin darse cuenta, chocó con uno de los niños que también asistía a las clases gracias a que tropezó con una piedra del patio en el periodo de receso.