🍓XI🥑

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NINE KORNCHID DESAPARECIDO

Al salir del baño, vestido con una remera gris oscura y unos pantalones negros bastante holgados, con los hombros algo mojados por lo húmedo de sus cabellos, Nine fue hacia la cocina, viendo que Joong no estaba en el dormitorio.

― ¿Joong? ―preguntó, viendo al pelinegro, de espaldas a él, sosteniéndose con fuerza de la encimera de la cocina.

― No... No tomaste los supresores. ―masculló lentamente y con dificultad.

Nine no contestó, no sabía qué le estaba pasando a Joong.

Joong giró un poco el rostro para mirarlo de reojo.

― ¿Eres consciente de que entraste en celo?

Nine se sorprendió un poco, se le había olvidado completamente el tema de su celo, al punto de ignorar el por ahora leve dolor en la parte baja de su abdomen, había estado muy ocupado sintiéndose mal emocionalmente como para pensar en eso.

― Tu aroma me está volviendo loco, por favor tómate los supresores ―se notaba que Joong estaba apretado sus dientes.

Nine reaccionó y fue hasta el cuarto, donde, sobre el escritorio, descansaba la cajita con los supresores.

Decidió no volver a la cocina por agua, y en cambio fue al baño, haciendo un cuenco con la manos para tragar la pastilla.

Luego, con precaución, se asomó de nuevo en la cocina, entra vez, para ver a Joong preparar algo de comida.

Joong sintió el olor de Nine de nuevo aflorar en la habitación, lo que lo obligó a voltear a verlo.

― Ya los tomé ―avisó el omega, antes de que el otro lo preguntara.

― Supongo que tardará un rato en hacer efecto ―murmuró el menor, con un suspiro―. Siéntate, que aún debes comer.

Joong le sirvió una generosa ración de arroz, y Nine sabía que no lo dejaría irse hasta terminarlo todo.

Un poco alejado, Joong intentaba distraerse del olor del omega.

Antes, en el baño, cuando Nine había salido de la bañera, Joong había visto demasiado bien su cuerpo, sumado a que su aroma dulce, de duraznos y caramelo, se había hecho más fuerte, aunque quizás era maximizando por el hecho de que el olor a tristeza de antes se había ido, dejando el dulzón.

Pero Joong no podía olvidar de unas ganas enormes que tuvo de besar al omega, y algo más.

Se preguntó si quizás, cuando decidió hacerle caso a su lobo, se había dejado llevar bastante, doblegandose al punto de hasta llegar a bañar a Nine, todo porque en su pecho, sentía la necesidad de mimarlo, y cuidarlo como no lo había hecho antes.

Y ahora, a pesar que estaba un poco más calmado, y que el olor de Nine también, sentía la necesidad de salir corriendo de aquel lugar.

Pero no podía hacerle eso a Nine, ya bastante lo había afectado al irse la noche anterior.

Recordando cómo había paseado toda la noche soportando el frío de principio de invierno hasta llegar a una estación de servicio, que abría las veinticuatro horas, dónde tomó café hasta terminar de liquidar toda chance de dormirse; pero no tenía ganas de hacerlo de nuevo.

DELTA.{ ∆*JOONGNINE*∆}[--Adaptación--]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora