DELTA.{ ∆*JOONGNINE*∆}[--Adaptación--]

🥑XXVI 🍓

  　　　　　　　　
　　　　　　　　
❝ TODAVÍA RESPIRA ❞

　　　　　　　 　
　

Su celular vibró, al sacarlo de su bolsillo con tranquilidad, alzó las cejas y se apresuró a atender al ver el nombre en la pantalla.

― Earth ―murmuró, mirando hacia el asiento delantero donde se ubicaba su chófer, deseando en ese entonces estar solo―. Creí que no me llamarías.

― No iba a hacerlo, Benjamín.

La voz suave del chico lo hizo suspirar un poco.

― Pero... Aquí tu omega se desmayó.

Benjamín frunció el ceño, ladeó la cabeza, y tardó unos segundos en hablar.

― ¿Cómo?

― Nine Kornchid ―el beta intentaba sonar despreocupado, pero Benjamín pudo notar el nerviosismo siendo disimulado fallidamente―, perdió el conocimiento. Ahora lo acosté en tu cama porque era lo más cercano, no lo iba a tener el brazos todo el día hasta que regresaras.

Benjamín golpeó el asiento del conductor, haciendo que el chófer lo mirara por el espejo.

― Regresemos a casa, rápido. ―ordenó, el hombre sólo asintió, girando en la próxima esquina.

Benjamín volvió a colocar el celular contra su oreja.

― ¿Pero está bien?

Un inquietante silencio se prolongó en la línea, apenas diluido segundos después por el pesado suspirar de Earth, en ese tono de "no me gusta que te importe" que hablaba desde hacía bastante.

― Se ve muy enfermo, no tiene color y está frío, aunque su frente se siente muy caliente... ―chasqueó la lengua, el veneno en sus siguientes palabras no siendo retenido― Creí que ibas a cuidar mejor a tu omega.

― Deja de decir eso, no es mí omega, y no lo será nunca, idiota ―Benjamin  intentaba controlar su enojo, aunque no le resultó muy bien―. Me preocupo por su estado, pero eso no significa nada, ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?

La falta de respuesta aglomeraba su intranquilidad, y lo hizo dudar si había usado su voz de alfa sin querer provocando así incomodidad en Earth, el muchacho era tan sensible como un omega en ocasiones.

― Lo cubrí un poco con las sábanas ―escuchó su voz luego de unos segundos, su tono estaba totalmente normal.

Benjamín soltó el aire que había retenido.

― Sigue respirando, tranquilo ―continuó el pelinrgro ―, por ahora.

― ¡Earth!

Una pequeña risa se oye provenir de las bocinas del aparato y Benjamín negó despacio, no luchando contra las comisuras de sus labios levantándose lentamente, hacía bastante que el chico no bromeaba con él.

― Ya, no lo mataré ―dijo Earth, como para "tranquilizarlo"— ¿Estás en camino?

El alfa alejó el celular de su rostro para pedirle al conductor que acelerara.

― Llego en dos minutos ―hizo un conteo mental al miraba por la ventanilla y reconocer la zona donde se desplazaba el automóvil―, o quizás menos.

― Bien, adiós.

― A-... Espera, Earth, ¿Qué hacías en mi casa?