DELTA.{ ∆*JOONGNINE*∆}[--Adaptación--]

🥑XXXIII🍓

　　　　　　　　
❝ COMO LAS PAREJAS NORMALES ❞

　　　　　　　

　
　

No hicieron nada más que abrazarse en silencio, respirando el aroma del otro, dejándose caricias, limpiando algunas lágrimas de alivio que aparecieron un par de veces, dándose sonrisas. Así pasaron horas que para ellos no fue tanto.

Nine estaba acostumbrandose al tumulto de emociones en su pecho, aunque intentaba no agobiarse, por más que eran las mismas que Joong tenía, de alegría, de alivio, de amor, parecía que podría desbordar en algún momento.

Era como si todas sus emociones se hubieran multiplicado, corriendo con euforia en su interior.

Por otro lado, Joong intentaba permanecer tranquilo, por más que quería casi gritar de felicidad, podía sentir la ligera inquietud de Nine por tanta carga.

Cuando cayó la noche, alguien golpeó la puerta del cuarto.

Joong miró al omega expectante.

― ¿Esperabas a alguien?

Nine negó.

― Si es Benjamín no abras.

― No necesitaba que me lo dijeras para no abrirle.

Joong se separó un poco de Nine para no aturdirlo con el grito de "¿Quién es?" que propinó desde la cama.

La puerta se abrió y una mujer joven les dedicó una sonrisa amable pero algo nerviosa, al ser beta, no tenía olor que pudiera molestarlos.

En las primeras horas del lazo, las parejas tenían la necesidad de permanecer juntos y solos, compartiendo su aroma y compañía, creando un espacio único para los dos. Y cualquier otro aroma alteraría bastante la tranquilidad de ambos.

La mujer cargaba una bandeja de comida.

― Me ha comunicado el joven Benjamín que el jóven Nine Kornchid no ha comido bien ―dijo, y el omega se ganó una mirada seria por parte de Joong―. Quizás ahora que está usted pueda hacerlo.

Joong asintió, dándole permiso a la mujer al pasar.

La beta acomodó una mesa de cama junto a ellos antes de dejar la bandeja en esta, hizo una reverencia y se retiró, cerrando la puerta.

Joong vió varios cuencos con comida, desde sopa de fideos, hasta ensaladas y pollo, acompañado de pequeñas botellas de salsa de soja y aceite, con palillos y cubiertos para ambos.

Se sentaron, aún bastante cerca del otro, pero lo suficientemente apartados para comer cómodos.

Joong comenzó a regañarlo por no comer, con lo que Nine sólo bajó la cabeza, concentrándose en su sopa y sus fideos.

― Joong ―lo cortó, el otro dejó de hablar, el omega tragó duramente―. Estoy embarazado...

El volumen de su voz había ido bajando estrepitosamente en esas dos palabras, y Joong tardó un momento en pensar que había escuchado bien.

Una mirada insegura, acompañada por ese sentimiento en su pecho, hicieron a Joong reaccionar.

Joong sonrió amplíamente, haciendo casi desaparecer sus brillantes ojos reflejados de alegría, y comenzó a reír.

Nine sintió toda la felicidad de Joong a través del lazo, por lo que sonrió también.

El pelinegro miró a Nine con gratitud, besó sus labios con cariño, y luego bajó sus manos hacia el abdomen del omega, imaginando una enorme y adorable barriga que dentro de unos meses sería realidad.