🥑XXXVIII🍓

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❝ FUTURO ❞

         

 

― Lo están lavando, le pondrán ropa y luego lo llevarán al cuarto ―le contó Joong a la castaña del otro lado de la línea.

Caminó unos pasos por el pasillo, para luego voltear y caminar en sentido contrario, repitiendo aquél patrón consecutivamente, sin alejarse más de unos metros de la puerta de la habitación donde su pareja todavía estaba bajo los efectos de la anestesia.

El parto natural para los omegas hombres solía presentar bastantes complicaciones, por lo que siempre eran enviados a cesárea, y Nine seguía durmiendo luego de la operación.

Ajam... ―escuchó decir a la chica, luego unos sonidos por detrás, creyó escuchar insultos―. Estamos preparando las cosas para ir hacia Chiang-mal, ahora, Joong Archen, pásame la dirección correcta.

― ¿Tanto desconfías de mí, Alexiie?

No puedo confiar en alguien que me dijo que la cesárea era el veinte a las cuatro cuando resultó ser el cuatro a las veinte.

Joong se quedó en silencio unos segundos.

― Te veo pronto, madrina ―dijo, y en vez de seguir la conversación, cortó sin escuchar la despedida de la pelinegra.

Le mandó la dirección por mensaje, antes de guardar el celular en su bolsillo.

Volvió a entrar a la habitación, donde Nine comenzaba a removerse en la cama, aunque la anestesia seguía haciendo su efecto, haciéndolo sentir pesado y adormilado, abrió un poco los ojos para ver a Joong, dedicándole una leve sonrisa.

Su alfa se acercó a él, sentándose junto a la camilla, tomando su mano, sonriendo, transmitiendo toda su emoción a través del lazo.

― ¿Cómo te sientes? ―preguntó con cautela.

Nine suspiró pesadamente.

― Me... Duele el estómago ―se quejó, haciendo una mueca―. Siento que bajé como la mitad de mí peso ―miró hacia su abdomen, evidentemente diferente hacia unas horas atrás, llevó una mano hacia él pero hizo otra mueca cuando tocó sobre donde se ubicaban los puntos.

Joong se apresuró a tomar ambas manos, sosteniéndolas con firmeza.

Era sumamente común que la anestesia dejara algo atontados a los pacientes, pero la expresión confundida de Nine le daba ternura.

― Estás nervioso ―declaró Joong, luego de un momento en silencio.

Nine sólo asintió.

Joong dejó besos cortos por las grandes y suaves manos de su omega, hasta que vio su sonrisa asomarse.

― Estoy a tu lado, amor, no te preocupes.

Nine asintió, aunque las palabras no lo calmaron mucho, porque Joong seguía sintiendo el torbellino de emociones que perturbaban a su pareja; alegría, miedo, nervios... El omega no podía estar tranquilo.

Cuando la enfermera llegó, tirando del carrito-cuna donde estaba su querido cachorro, sus corazones se aceleraron.

Joong se acercó a ella, quien detuvo el carrito para que él pudiera tomar a su cachorro.

Mirando al niño, vestido de simple blanco, lo tomó en brazos delicadamente, tenía una extraña sensación de que podía romperse con lo mínimo, era muy pequeño, liviano, muy hermoso, con las mejillas gorditas y unos pequeños ojos oscuros que lo miraban con curiosidad.

Se olvidó un poco de las sensaciones de en su pecho, perdiéndose totalmente en su lindo cachorro, cuando reaccionó, se volteó para mirar a Nine, quien seguía teniendo una expresión algo temerosa, pero aún así sentía la tranquilidad de su alfa, cosa que lo calmaba un poco.

Se acercó a él, agachándose ligero para que pudiera tomarlo.

Por los puntos en su abdomen no podía erguirse, así que lo ayudó a apoyar al cachorro en su pecho, mirándolo con una sonrisa.

Joong sintió que estaba viendo lo más hermoso del mundo, las dos personas que más quería, juntas, por primera vez; no sabía si reír o llorar por felicidad.

Así que terminó por hacer ambas cosas.

El bebé se removió poquito entre sus brazos, olisqueando su pecho y acurrucándose en su calor corporal gustoso, haciendo reír a ambos de ternura.

― Disculpen ―habló la enfermera con suavidad, sin querer interrumpir el momento―. Necesito el nombre del cachorro.

Joong limpió un poco las lágrimas de sus ojos, para mirarla más claramente.

― Ice―respondió.

 
   
   
   
   
 

15 años después

 
   
   
   
   
   
   
 

― ¡Ice! ―gritó la castaña a unos metros de la puerta trasera hacia el amplio patio, donde, a lo lejos, podía ver al lobito, jugueteando con una pelota― ¡Ven a saludar a tu madrina!—El chico alzó las orejas hacia ella un momento, antes de voltear y correr hacia el lado contrario.

― Maldito cachorro de mi- ―Alexiie calló cuando encontró a Joong mirándola, el chico no le permitía insultar, incluso si el cachorro no estaba cerca.

El que en un momento fue pelinegro, ahora con el cabello sumamente castaño, alzó una ceja.

― Nada, que no dije nada ―se excusó la alfa, lo empujó un poco para entrar de nuevo a la casa, donde Bianca estaba tomando un té, sentada en la amplia mesa del comedor, hablando cómodamente con Nine.

― ¿No te hace caso? ―preguntó la castaña.

La alfa negó, suspiró pesadamente mientras se sentaba junto a la omega.

― Viajar urgente por la presentación de mi ahijado como omega y que no aparezca ―se quejó.

― Espera a que venga Fluke, vendrá corriendo ―dijo Nine, a lo que las dos chicas alzaron las cejas, sorprendidas.

― ¿Quién? ―preguntaron ambas.

Nine cubrió su boca, dando cuenta que no tendría que haber dicho nada.

― Al menos le ganaste a Joss ― comentó Joong cambiando de tema, sentándose junto a Nine y deslizando su brazo por la cintura esbelta del omega, mientras Alexiie fue junto a Bianca, reaccionando luego de unos segundos.

― Eso es porque tengo que esperar a Bianca y no a Joss―dijo―. Con ese chico puedes morir tranquilo.

DELTA.{ ∆*JOONGNINE*∆}[--Adaptación--]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora