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 PROMETIDO 

         
 

― ¡Joven Benjamín!

Costó varios llamados para que el alfa escuchará el tono preocupado de su mayordomo, haciendo que saliera de la habitación apresurado, para encontrar al señor en el pasillo.

El hombre habló con la respiración agitada de correr.

― El señor Pavel, acaba de informar que encontraron a Nine Kornchid.

Benjamín alzó las cejas con emoción, le agradeció al hombre y se apresuró a subir las escaleras para el primer piso, donde Joss se hospedaba, ya que el peliblanco le había insistido bastante hasta que había aceptado quedarse allí.

Pável Phoom, alfa, tan fuerte como su olor a madera y un poco a tabaco, era uno de sus mejores guardias personales, y el que había puesto a cargo para la búsqueda del omega, con ayuda de agentes de policía, habían pasado los días con ellos recorriendo la zona donde más posibilidades tenía de aparecer el chico.

Tocó la puerta firmemente hasta que el castaño abrió, su semblante en una mueca de confusión y duda, y antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, Benjamín habló.

― Encontraron a Nine Kornchid

Joss tardó un poco por la sorpresa para sonreír, aplaudió, agradeciendo que el omega haya aparecido.

― Pável Phoom tiene órdenes de traerlo para acá ―dijo Benjamín―, ¿Quieres esperarlo conmigo abajo? Están en camino.

Joss sólo asintió, haciendo señas para que lo deje pasar, bajando las escaleras detrás de él.

No tardó mucho tiempo para que la entrada de la casa de Benjamín volviera a llenarse de personas, tanto paparazzi y reporteros, como gente curiosa, y era por esas situaciones que lo hacían preguntar cómo obtenían la información tan rápido y de dónde.

Aunque en cuanto el auto negro, de vidrios oscuros, acompañado por una patrulla policial pasó las rejas negras de la entrada al pequeño parque frontal de la mansión, a pesar de que los flashes de las cámaras dispararon, Benjamín, Joss y los empleados del joven Benjamín de olvidaron completamente de ellos.

Primero bajó Pavel, del asiento trasero del auto negro, tirando una correa de dónde bajó un lobo blanco, hermoso, casi brillante.

Benjamín abrió los ojos de más al verlo, algo impresionado.

Joss también lo estaba, aunque sonrió con agradecimiento, había conocido al omega, le caía bien y quería que estuviera a salvo.

Entraron a la mansión, apresurándose un poco para no estar más expuestos a las cámaras.

― No ha querido cambiar. ―fue lo primero que dijo Pável, con una mueca.

Benjamín vió al lobo, sentado con la cabeza gacha junto a su guardia.

DELTA.{ ∆*JOONGNINE*∆}[--Adaptación--]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora