Al día siguiente después de dormir en un sofá de la habitación de Severus Snape, Draco se levantó y se dispuso a buscar a Harry, estaba tan arrepentido y avergonzado de su comportamiento de la noche anterior que quería arreglar las cosas con el pelinegro sin perder aquella amistad. Por suerte, Draco encontró a Harry afuera del gran comedor y lo arrastró hasta un pasillo solitario, una vez ahí Draco se disculpó y Harry fue muy comprensivo con él ya que entendía lo que era perder la razón por el amor y el alcohol.
— Harry, no quiero perder tu amistad— Draco agachó su mirada— te prometo que cada día voy rompiendo mis sentimientos románticos hacia ti... supongo que es cuestión de tiempo.
— Olvídalo, tonto— Harry abrazó a Draco con cariño.
— Y hay otra cosa...— el rubio se sonrojó— creo que anoche le conté todo a mi padrino.
— ¿Todo?— Potter se alarmó— ¿A que te refieres con "todo"?
— Desde la carta que escribimos en los jardines que después perdiste en el salón de pociones, hasta lo que había pasado minutos atrás...
— N... no te preocupes— las manos de Harry comenzaron a sudar ante la vergüenza— no hay nada que él no sepa.
Los días pasaron y pronto se reanudaron las clases en Hogwarts. Ron y Hermione habían interrogado a Harry y este terminó por contarles todo lo que había pasado meses atrás, ambos estaban impactados pero poco a poco fueron haciéndose a la idea y comprendieron el comportamiento de Potter.
Todo iba a la normalidad, excepto porque Harry no había vuelto a hablar con Severus, y el profesor lo ignoraba completamente durante las clases y si se llegaban a ver entre pasillos. Lo verdaderamente difícil fue cuando Dumbledore se marchó y Dolores Umbridge tomó su puesto en la dirección del colegio. Harry pasaba la mayoría del tiempo castigado y las cosas cambiaron completamente en el castillo. Así fueron pasando los meses, hasta que llegó el día de la muerte de Sirius en el ministerio de magia, Harry estaba destrozado y nada lograba consolarlo, se sentía perdido.— Señor Potter— escuchó Harry a sus espaldas mientras caminaba por un pasillo. La voz de Severus podía ser reconocida a kilómetros de distancia— necesito hablar con usted, lo espero en mi despacho antes de que el expreso de Hogwarts parta a Londres.
Harry sólo asintió. En su cabeza sólo rondaba Sirius, ni siquiera había tomado importancia a qué Snape lo había citado. Empacó sus cosas y con todo y baúl asistió a la cita que tenía con Snape, se sentía triste y desganado, esperaba no recibir malas noticias sobre la orden o sobre sus notas, llamó a la puerta del despacho de Snape y está se abrió. Harry entró y al no ver a su profesor en el escritorio se confundió.
— Lo siento tanto, Harry— sintió cómo unos brazos lo tomaban por la espalda y lo acercaban hacia el pecho de Severus— debí haber ido contigo... pero Dumbledore me pidió que no demostrara nada frente a Umbridge... de verdad lo siento. Lamento mucho lo de Black y no imagino cómo te debes estar sintiendo...
Harry se volteo para mirar a Snape y realmente se sorprendió, jamás se hubiera imaginado aquello, pero estar entre los brazos del hombre y aquella cálida mirada sobre él eran muy confortables para el joven. Se abrazó más fuerte al cuerpo del hombre, aspirando su olor y sintiendo la forma de su espalda bajo aquella túnica, hacía meses que no se sentía así.
— Tú avisaste a lo Orden— Harry lo miró a los ojos— hiciste más que suficiente, si no hubiera sido por ti probablemente yo no estaría aquí ahora.
— Espero que disfrutes tus vacaciones— dijo Severus después de un largo rato abrazando al joven— tienes que irte o perderás el tren... esta vez de verdad.
Harry se separó del hombre y se paró de puntas para plantar un tierno beso en la fría mejilla de Snape, se despidió con la mano y salió por la puerta. Caminó hasta la estación y una vez dentro del expreso de Hogwarts buscó a Ron y Hermione, se sorprendió cuando llegó al cubículo y encontró a sus mejores amigos besándose.
— Supongo que me perdí de algo importante— dijo Harry después de toser para mostrar su presencia y Ron dio un brinco golpeándose en la cabeza con la ventana.
— Harry...— Hermione estaba nerviosa— te lo íbamos a decir, pero no sabíamos cómo.
— Hermano— interrumpió Ron, quien estaba más rojo que un tomate— yo...
— Hey, no tienen que darme explicaciones— Potter tomó asiento— me alegra que por fin se hayan dado cuenta.
Todo el camino fue muy tranquilo, el trío de oro platicaba y contaban anécdotas. Resulta que durante las vacaciones, Ron y Hermione se habían dado cuenta de sus mutuos sentimientos dando paso a una linda relación, Harry estaba muy feliz por ellos y el hablar de amor sólo traía a Severus a su mente y lo que había pasado antes de partir de Hogwarts, Potter sentía las mismas mariposas en el estómago cada que recordaba el abrazo.
— Bueno, Harry— opinó Hermione— era obvio que Snape te daría el pésame y es normal dar abrazos en esas situaciones. No creo que debas ilusionarte, él te ha dejado las cosas muy claras.
— Lo sé, Herms— Harry agachó la mirada— pero lo conozco, estoy seguro de que sus sentimientos hacia mi no han cambiado... me hubiera gustado que me dijera la verdad de su decisión.
— Probablemente lo hizo para protegerte, se dice que se vienen tiempos difíciles...
Los jóvenes se despidieron una vez llegaron a King's cross, cada quien se dirigió a su hogar. Definitivamente el estar con los Dursley no era significado de buenas vacaciones para Harry, no sabía cómo iba a soportar el asunto de la muerte de Sirius en aquella situación. El pensar en Hogwarts, sus amigos y claro; en Severus le daba fuerza para no derrumbarse, pero no sabía si sería suficiente.
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¡Hola! Espero que hayan disfrutado este capítulo a pesar de haber sido muy superficial en algunas cosas.
La historia está llegando a su final y me gustaría tomar en cuenta a mis lectoras y hacerles una pregunta sencilla que me gustaría respondiera la mayoría:Yo tenía pensando escribir la parte de los últimos dos libros de manera muy simple y rápida para llegar al grano y no hacer muy largo todo esto... pero si ustedes quieren que cuente detalles del libro díganme. Espero sus comentarios.
-Kike fuera. 💜
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El secreto de las mazmorras.
Fanfiction"Cálmate, Harry. Contrólate" estás eran las palabras que se repetía Harry Potter a si mismo antes de entrar a las clases de pociones y aún más, cuando cierto profesor se acercaba a él. Después de variadas accidentes en el aula de pociones gracias a...